Oviedo, Ch. NEIRA

Pat Martino inaugurará este año el festival de jazz de Bueño. Será, además, su única actuación en España y el inicio de una gira europea en la que dedicará especial atención al repertorio de Wes Montgomery, músico que le ha inspirado desde el inicio de su carrera y al que dedicó su último trabajo, «Remember» (Blue Note, 2006). Homenajes y tributos aparte, Martino es por sí mismo una gran figura, leyenda viva del jazz, maestro de guitarristas y virtuoso de un instrumento con el que se convirtió, durante los años sesenta y setenta, en un músico imprescindible en el sello Prestige y en la escena del soul-jazz.

Su vida es, también, un ejemplo de superación, resistencia y triunfo a través de la música. Cuando Martino ya había realizado la mayoría de sus grandes grabaciones, un aneurisma y la operación posterior le volvieron totalmente amnésico. Martino tuvo que volver a aprender a tocar la guitarra escuchándose a sí mismo. Eso fue en los años setenta. Hoy, sigue regalando en los escenarios su fraseo gordo, veloz, ejemplar, como en los viejos tiempos.

Pat Martino nació con el nombre de Pat Azzara en Philadelphia en 1944, y la trayectoria de crooner de club del padre, era el cantante Carmen «Mickey» Azzar, le llevó muy pronto de la mano de la música y a recorrerse la mayoría de los locales hasta encontrar a Wes Montgomery y a otros grandes nombres del momento. Martino empezó a tocar la guitarra con doce años, estudió con Dennis Sandole y encontró inspiración y magisterio en la obra del citado guitarrista, en la de Coltrane y también en la de Johnny Smith o Stan Getz.

Aunque Pat Martino pisó por primera vez los escenarios con gente del mundo del rock (Bobby Rydell, Chubby Checker), el encuentro con un viejo amigo de estudios, el organista Charles Earland, le puso en el mercado del jazz.

Ya instalado en Harlem, su guitarra se convirtió en un elemento imprescindible en las grabaciones del soul-jazz de la época en el sello Prestige, y de sus primeras grabaciones para el saxofonista Willis «Gator» Jackson en el año 1963, pasó a acompañar a los grandes organistas de la época. Así, Martino acompañó en estudio a mediados de los sesenta a Don Patterson, Richard Groove Holmes, Jack McDuff o Truddy Pitts, y acompañó en directo a Jimmy Smith.

A finales de la década, en 1967, debuta como solista en Prestige con el disco «El Hombre», al que seguirían otras grabaciones, hoy clásicos del género, como «Strings!», «Desperado» o «Baiyina ("The clear evidence")», donde se metía de lleno en los terrenos de la psicodelia-jazz.

Desgraciadamente, el aneurisma, la operación y la amnesia le tuvieron diez años apartado de los escenarios, desde 1976 a 1987. Regresó con el disco en directo en Nueva York «The Return», donde repasaba toda su carrera anterior. Circunstancias personales le volvieron a tener otra temporada larga fuera de la escena hasta que, en 1994, regresa con dos discos, «Interchange» y «The Maker».

Desde entonces ha seguido repartiendo trabajos de distinta intención siempre dentro del lenguaje del jazz y con la vista puesta, en ocasiones, en vías experimentales. Pat Martino ha sido candidato en varias ocasiones a los «Grammy» la prestigiosa revista «DownBeat» le concedió en 2004 el premio al mejor guitarrista de jazz.

Su actuación en el festival de jazz de Bueño, inicio de su gira europea, será el 27 de junio.