Belgrado, Efe

No todo son buenas noticias para Rodolfo Chikilicuatre, ya que ayer recibió una de las más frías acogidas del ensayo general en el estadio Arena de Belgrado. El «Chiki chiki» no ha conseguido trasladar la inesperada popularidad que ha cosechado en España al contexto internacional del certamen. Tras la eliminación del pavo «Dustin» de Irlanda en la primera semifinal, el representante español acaparó los abucheos de algunos de los eurofans tradicionales, que no quisieron perderse la primera impresión sobre lo que será la gala de hoy.

Es la confirmación oficial de que el cacareado viraje en el estilo de Eurovisión hacia el llamado «frikivisión» se ha diluido tras la selección previa en las dos semifinales del martes y el jueves, que escogieron mayoritariamente dos perfiles clásicos del Festival de la canción europea: las baladas románticas y los temas discotequeros.

Así, también pasaron desapercibidos Laka con su «Pokusaj», que representa a Bosnia-Herzegovina, y «Romanca», de Croacia, interpretado por el rapero de la tercera edad «75 Cents» junto con Krakjevi Ulice, aunque la tendencia a votar a los países del Este puede jugar a su favor.

A pesar de ello, la balanza parece inclinarse a los temas de toda la vida, como el de Portugal, «Senhora do mar», en el que la voz de Vania Fernandes, proveniente de Madeira e impregnada de reverberación oceánica, se sitúa como favorita en las votaciones que la prensa hace cada edición.