Ahora, ya toca crisis. Ya pasó el ciclón Obama y estamos a la espera de que se vaya la tormenta Bush. Una vez resueltos los fenómenos atmosféricos vendrá la crisis. Porque hasta el momento se mareó al personal con Obama y McCain. Se pasó página y volvemos a páginas anteriores: la crisis. De entrada cumbre absoluta, cumbre de los jefes administrativos, que los poderosos de verdad (los que mandan y no asoman el cogote), están a la sombra moviendo hilos y cerebros. Los cerebros que tienen que mover no tienen mucho volumen que mover por lo que a los jefes en la sombra les resulta fácil tumbar las ideas de sus administrativos (nulas, por otra parte). Así que es ahora, una vez Obama acomode sus posaderas en el sillón de la casa Blanca, cuando empezaremos a sufrir los hostiazos económicos que ya nos anuncian para el 2009. Aunque siempre queda Navidad para despistarnos un tiempo más.