El Gobierno comparte "plenamente" la opinión de RTVE de que la emisión de corridas de toros no perjudica a la infancia; y entiende, por otra parte, que la normativa vigente en la materia "respeta escrupulosamente" los derechos del niño.

Así se desprende de una respuesta dirigida a la diputada de ICV, Laia Ortiz, en el Congreso de los Diputados, y a la que ha tenido acceso Europa Press, que preguntaba al Ejecutivo sobre las medidas previstas para proteger a los menores que participan en eventos taurinos o que son espectadores de los mismos.

En su respuesta parlamentaria, el Ejecutivo informa de que el decreto de 1982 sobre regulación de determinadas actividades inconvenientes o peligrosas para la juventud y la infancia, no menciona las corridas de toros.

Por ello, indica que la Ley de 11991 sobre potestades administrativas en materia de espectáculos taurinos no establece prohibición alguna a la asistencia de menores a las corridas de toros.

No está prohibido

Aclarando posibles dudas legales, el Gobierno hace referencia a una sentencia de 1993 del Tribunal Supremo por la que se ha "reforzado" el derecho de asistencia de los menores de edad a los espectáculos taurinos, al declarar derogada la prohibición establecida en 1929, durante la dictadura del general Primo de Rivera.

Al mismo tiempo, apunta a la normativa de 2013 para la regulación de la Tauromaquia como patrimonio cultural, que impone la protección por parte de los poderes públicos de las actividades artísticas, creativas y productivas que confluyen en la corrida de toros en todo el territorio nacional, "actividades que conectan directamente con el ejercicio de derechos fundamentales".

De esta forma, el Ejecutivo asegura que se garantiza el derecho de todos los ciudadanos al acceso a las diferentes manifestaciones de la tauromaquia. "Como derecho constitucional de todos los españoles, el acceso a las manifestaciones de la tauromaquia, entre ellas y muy principalmente las corridas de toros, no puede ser restringido en aras a un fin carente de rango constitucional fundamental", agrega.

La convención de Naciones Unidas

En la pregunta se apela a la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, de 20 de noviembre de 1989, para deducir la prohibición de la entrada de menores a los eventos taurinos, la retransmisión de estos en horario de protección infantil, y la inscripción de menores en las escuelas taurinas.

Según el Ejecutivo, esta Convención, completada por el Convenio Europeo sobre el ejercicio de los derechos del niño, de 25 de enero de 1996, asegura "expresamente" a los menores el derecho a recibir informaciones e ideas de todo tipo y el respeto a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, además de establecer el derecho de los padres a guiar al niño en el ejercicio de su derecho de modo conforme a la evolución de sus facultades.

Igualmente, puntualiza que el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos consagra el derecho preferente de los padres a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.

En el orden puramente científico, señala al informe del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid sobre las posibles repercusiones psicológicas de las corridas de toros en los niños menores, de 1999, que ha sido realizado por "investigadores independientes" (psicólogos, psiquiatras y sociólogos).

Según cita, en él se recoge la conclusión de que "no se puede considerar como peligrosa la contemplación de espectáculos taurinos por menores de 14 años, cuando se trata de niños psicológicamente sanos y que acuden a estos festejos de forma esporádica, voluntariamente, y acompañados por adultos que tienen actitudes positivas ante las corridas de toros; y que no hay bases suficientes para sustentar científicamente una medida como la prohibición de entrada de los menores de 14 años a las plazas de toros".

Por todo lo expuesto, "el Gobierno comparte plenamente la opinión de RTVE de que la emisión de corridas de toros no perjudica a la infancia; y entiende, por otra parte, que la normativa vigente en la materia respeta escrupulosamente los derechos del niño".