Si por algo destaca el concurso Pasapalabra es por su rosco final. Es el momento al que todos miran. No en vano si los concursantes aciertan todas las preguntas y saben a qué palabra se refiere Christian Galvez con cada una de las letras del abecedario pueden llevarse un bote que supera los 700.000 euros. Pero evidentemente hacerse con un premio de casi un millón de euros no es nada fácil. Estuvo cerca de conseguirlo uno de los concursantes más queridos.

Pero Fran González, el crack asturiano del rosco que a punto estuvo de acertar todas las preguntas en más de una ocasión (se quedó varias veces a un solo error de la gesta), tuvo que abandonar el programa por causas familiares hace varias semanas pero volverá en breve. Ya está preparando su regreso y los fans le esperan. No en vano el asturiano ha conseguido ganarse con su humildad el favor del público. Muchos de esos seguidores ven ahora cómo la rival más directa de Fran, Aurora (la mujer con la que ya perdió un rosco), puede aprovechar su ausencia para ganar el premio.

El temor a la resolución del concurso es tal que en los foros ya empiezan a resucitar incluso viejas teorías de la conspiración. "Se lo están poniendo más fácil para que se lo lleve", aseguraba el pasado jueves un espectador durante el primer programa emitido tras la vuelta del concurso que estuvo fuera de antena durante varios días como consecuencia de la retransmisión en Telecinco de los partidos del Mundial de fútbol que este año se celebra en Rusia. "Lo que tienen que hacer es dejar que vuelva Fran y que es enfrenten", señalaba otro. Y es que eso es de lo que todo el mundo parece tener ganas: del regreso de Fran González a la silla que le corresponde: la del rosco. Puede que el asturiano vuelva incluso con más fuerza y el duelo sea mayor. No en vano el propio concursante aseguró en conversación con este periódico que ha dedicado los últimos días a preparar su vuelta.

La solución del problema familiar que le obligó a dejar la tele ha hecho que Fran pueda de nuevo volver a ver los programas que había dejado atrasados. Él mismo nos había contado en una entrevista en este periódico cómo se preparaba para el rosco. Su objetivo: llevarse el dinero para ayudar a su familia.