Puede parecer que se desgasta por el paso de los años pero nada más lejos de la realidad. El programa "La ruleta de la suerte" de Antena 3 sigue cosechando éxitos en el mediodía de la principal cadena de Atresmedia. Ayer, sin ir más lejos, le fue mejor que bien. El formato marcó el "minuto de oro", aquel en el que más espectadores se concentran ante la pantalla y que normalmente suele ir a parar a los programas de la noche. La audiencia veraniega de los programas de televisión tiene estos cambios. Quizá conscientes de su éxito hoy en "La ruleta de la suerte" estuvieron a punto de dar un gran premio. Lali, una de las tres concursantes de hoy, estuvo a punto de llevarse 4.000 euros de golpe en el último panel. La mecánica fue, como siempre, muy sencilla. Le pusieron un panel bajo el titulo "sinónimos" y le pusieron cuatro letras que luego ella completó. Este era el aspecto del panel que tenía que rellenar. ¿Sabes cuáles eran los sinónimos?

Pues eran ciudad, urbe y metrópoli. Si no los has adivinado es que has tenido tan poca suerte como la concursante.

Los que sí que parece que viven un buen momento en la televisión son los concursos. Unos formatos que muchos habían dado por muertos hace años pero que poco a poco van resurgiendo. No en vano una de las principales batallas que se libran actualmente por la audiencia se sitúa en la franja de tarde y tiene como principales protagonistas a dos pesos pesados de Atresmedia y Mediaset: Boom en Antena 3 y Pasaplabra en Telecinco.

Ambos concursos tratan de ganar la batalla de la audiencia con estrategias diferentes. Mientras que el formato de Christian Galvez intenta ganar seguidores "rescatando" al asturiano Fran González, el crack asturiano del rosco que tuvo que abandonar por problemas familiares, "Boom" hace lo propio con "Los Lobos", un grupo de amigos que lleva ya más de 300 programas en antena y que, además, acumula más de un millón y medio de euros de premio. Ambos programas tienen a sus espectadores permanentemente pegados al asiento delante de la televisión con la eterna duda de si alguno de los favoritos conseguirá convertirse en millonario por su paso por la televisión.