Movistar suma y sigue en su pugna por hacerse con un papel protagonista dentro del mundo de la producción y distribución de series (donde marcó un punto de inflexión con La Peste. Y en los últimos días esa apuesta tiene un nombre propio, Gigantes. Y el sello de un guionista y director ya contrastado como Enrique Urbizu ("No habrá paz para los malvados", "La caja 507"). La gigante española de las telecomunicación no deja en manos de cualquiera sus principales bazas de juego en el cada vez más prolífico mundo de las producciones televisivas...
Como resultado, una serie que podría ser otra más sobre el saturado (y ya casi sobreexplotado) mundo del narco. Y sí, es una serie más de ese subgénero ya constituido del tráfico de drogras. Pero no, no es una más entre ellas. Esta ficción viene con impronta propia: un manejo de los escenarios, luz y detalles que teletransportan a los espectadores al mundo de los Guerrero, una implacable saga de narcotraficantes que gobiernan con mano de hierro un barrio humilde de Madrid, en constante y sangrienta lucha con las bandas gitanas y contactos en las altas esferas de las autoridades. La España más profunda (e incluso analfabeta) conectada con la de los mandamases, un paso de lo que pueda parecer cutre al lujo más elevado y la entrada de droga por el Campo de Gibraltar. Todo ello aparece en Gigantes, la nueva apuesta de Movistar que resitúa, por enésima vez, al narcotráfico en el centro de las grandes bazas para la pequeña pantalla. Y lo hace con un plus de calidad respecto a lo que suele ser la producción televisiva patria. Porque, Gigantes no deja de ser cine, aunque hecho para televisión. Pero cine al fin y al cabo.
Gigantes es una serie en la que sus personajes tienen mucho que decir. O todo. Ninguno es baladí, o aparece dibujado de forma somera. Todos, ricos en matices, representan algo en mitad de un mundo violento y sangriento. Y, en ocasiones, con reminiscencias a la actualidad española... Éstos son los principales protagonistas de la nueva serie de Movistar.
Abraham Guerrero
El despiadado padre (incluso con sus hijos) de la saga de los Guerrero. Tradición y castigo, venganza y violencia gobiernan su vida. José Coronado encarna a este personaje, oscuro capo de la droga que impone su ley (que es la de su bolsillo) con poca compasión y menos escrúpulos en un humilde barrio madrileño, donde es más temido que respetado. En contraste con su (casi) absoluta falta de valores, "el Abraham" se empeña en mantener intactas costumbres arraigadas: mantiene su residencia en el barrio, tiene como centro de operaciones una tienda de antigüedades en el mismo (donde cortan la droga) y se empeña en aparentar la unidad de su familia sentándose a diario a la mesa junto a sus tres hijos (huérfanos de madre). Abraham maneja el mercado de la droga en la capital de España, es reacio a modernizar el negocio, tiene contactos en las altas esferas y cuenta, como gran enémigo, con el clan gitano gobernado por el patriarca llamado Pátina. Pero lo más brutal en su figura lo encarnan las decisiones que toma respecto a sus propios hijos...
Daniel Guerrero
De tal palo tal astilla. Y la astilla terminó siendo peligrosa para el palo... Abraham Guerrero encuentra la horma de su zapato en su hijo mayor Daniel, que supera en violencia a su progenitor. Seguramente porque, siendo igual de despiadado, carece de todo punto reflexivo. Es impulsivo y agresivo en sus decisiones. Interpretado por Isak Férriz ("Los hombres de Paco", "Bandolera"), la sangre alimenta su ambición, y viceversa. Quiere volar alto en el narcotráfico a base de imponer su sangrienta voluntad y siente el mismo apego que su padre por su barrio de Madrid. La cosa no termina bien con Abraham. Y tampoco con uno de sus hermanos...
Tomás Guerrero
El elegante e inteligente de la familia. No por ello deja de ser despiadado, pero con frecuencia antepone la cabeza a la violencia en los negocios de los Guerrero. Por una serie de sucesos, Tomás es quien toma las riendas del negocio de la droga tras la muerte de Abraham. Y, con él, llega la modernización: nuevas vías de mercado, nuevo estilo; y el cambio del piso y el local de antigüedades en el barrio obrero de Madrid por un lujoso chalé con piscina y una galería de arte al alcance de pocos bolsillos. Tomás, menos enraizado en los orígenes de su familia, prefiere olvidarse de ellos y hacer negocios a otro nivel. Y, por supuesto, con un complicado entramado de sociedades para blanquear el dinero de la droga... Está interpretado por Daniel Grao.
Clemente Guerrero
Clemen, el menor de los tres hijos de Abraham Guerrero, está interpretado por Carlos Librado, "Nene". Es el personaje que encarna con mayor pureza al estereotipo de chico de barrio; musculado de gimnasio y con tatuajes . No muestra gran interés por los negocios familiares y, en el fondo, mantiene una lucha interna para no contagiarse de la vileza de su saga familiar. Para ello, encauza sus tendencias violentas a través del boxeo. Algo no respetado por su padre. Está enamorado de una vecina de su barrio, pero de nuevo la funesta marca de ser un Guerrero se interpone en sus deseos... Clemen, aún así, no deja de ser fiel a su familia, sobre todo a su hermano mayor Daniel. Quiere ser un muchacho normal, pero la pertenencia a la familia de Abraham se lo impide. Y cuando se desata la guerra interna en el clan...
Sol
La gitana bella de Gigantes; gran bailaora. No en vano, está interpretada por la bailarina Yolanda Torosio. Una mujer cuyo destino también termina manchado por la destructiva marca de los Guerrero. Se enamora de Tomás. Y Tomás de ella. Lo cual supone un "pecado" a ojos del capo del clan. Abraham no concibe que su hijo mantenga una relación con una gitana, con la que tiene una hija y a la que ha dejado embarazada por segunda vez. Sol vive en el piso familiar pero apartada junto a la niña: el "gran jefe" no tolera que se siente en la mesa junto a la familia. Una gitana en casa de los Guerrero: el drama está servido. Y ella no se amilana, es mujer de raza.
Pátina
Con su sombrero, su bastón, su sempiterno traje, sus barbas... Manolo Caro interpreta a Pátina, gran patriarca del clan gitano enfrentado a los Guerrero. De la mano de su personaje aparece en la serie la escenografía más cañí, ya sea en el exilio de un poblado o en una nave industrial... Pátina es el gran enemigo de Abraham, su correspondencia en versión gitana. Y ello incluye la aplicación más cruda del ojo por ojo, diente por diente...
Carlos
"Primero fuiste mi Judas Tadeo y ahora eres mi Judas Iscariote". Son las palabras que le dedica Pátina a Carlos, un gitano interpretado por el extremeno Daniel Holguín que hace dinero en el barrio de los Guerrero moviendo droga desde una sala recreativa. Pero termina trabajando codo con codo con la familia. Y eso no lo perdonará el clan gitano del Pátina...
Los Lobo
El enlace tradicional de los Guerrero para introducir la droga en España a través de la provincia de Cádiz, tan de moda ahora por los estragos que causa el narcotráfico en el Campo de Gibraltar. Los Lobo equivaldrían a uno de esos clanes que introducen la cocaína a través del Estrecho en la realidad. Su capo, gran amigo de Abraham Guerrero, está interpretado por Antonio Dechent y su hijo, Alfonsito, por José Manuel Poga, quien encarna a un "señorito" andaluz enganchado a la cocaína que, con el dinero del narcotráfico, compra un gran cortijo para crear su ganadería de toro bravo. Un niño mimado no hecho para la dura realidad del negocio de su familia...
Ortiz, el juez Matas e Iriarte
No podían faltar en Gigantes los representantes de la corrupción patria. Y ahí aparece Ortiz, un agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que busca llegar a ser ministro y, para ello, no duda en relacionarse con los Guerrero. Ortiz es parte central de las corruptelas en la serie, donde también aparece un orondo juez (Matas) que toma decisiones que hacen poner en duda su integridad moral. E, igualmente, en la serie se habla mucho (aunque aparece poco) de un abogado llamado Iriarte, a quien Tomás Guerrero le encarga el brazo financiero de la organización. Este Iriarte recordará al espectador, inevitablemente, a un personaje real cuyo nombre ha llenado páginas y páginas de periódicos sobre una de las más famosas tramas de corrupción política de España...
Ángela Márquez
Entre narcotráfico y corrupción, la actriz Elisabet Gelabert encarna a la rectitud policial, la ética férrea de la policía Ángela Márquez, obsesionada con destapar al clan de los Guerrero. Ello le lleva a perseguir a sus integrantes por encima de las trabas que se encuentra por el camino...
