Todavía no ha ganado el bote (y decimos todavía porque entre sus seguidores todos tienen más o menos claro que antes o después va a conseguirlo), pero Fran González, el crack asturiano del rosco de Pasapalabra ya ha conseguido una nueva gesta: ayer unos minutos antes de las nueve y diez de la noche (justo en el momento en el que estaba a un paso de ganar más de un millón de euros), González logró congregar frente a la pequeña pantalla a casi cuatro millones de espectadores. El suyo fue, según la empresa que hace las mediciones de la audiencia en televisión, el “minuto de oro”. Casi tres de cada diez personas que estaban viendo la tele conectaron con Fran en el minuto clave del programa. Una gesta de la que casi nadie se ha dado cuenta (evidentemente la gente no suele mirar las audiencias de televisión tan al detalle), pero que ha servido para volver un día más a darnos cuenta del apoyo que tiene Fran.

Y es que conseguir el minuto de oro no es nada fácil. Y menos ahora que Pasapalabra tiene menos audiencia de la que tenía. Durante años el concurso fue líder de su franja. Tanto que Telecinco quiso hasta doblar su emisión. En cuanto Hombres, mujeres y Viceversa se fue a Cuatro la principal cadena de Mediaset estrenó una versión “en familia” del concurso que fue retirada por su baja audiencia. Pero el éxito del “hermano mayor” del concurso continuaba. Y lo hizo hasta que Los Lobos de Antena 3 le ganaron la batalla. La pelea llega a tal punto que ya parece claro que muchos telespectadores ven el concurso de Atresmedia hasta que llega la hora de Fran y se pasan a Telecinco para ver el “rosco”. Un hecho que viene muy bien al informativo de Pedro Piqueras (el de la noche de Telecinco).

Y es que el informativo del periodista se aprovecha de la llamada audiencia de “arrastre”. No en vano cuando acaba Pasapalabra la competencia ya lleva tiempo en el informativo de Vicente Vallés. Pero es que la gesta va más allá.

El minuto de oro, ese en el que se congrega el mayor número de espectadores, suele tenerlo “El Hormiguero”: el programa de Pablo Motos se emite en una franja de máxima audiencia en la que normalmente hay muchos miles de personas delante de la pequeña pantalla durante la cena.