No son muchos, pero sí ruidosos. Y es una tónica habitual en los concursos de televisión cuando alguno de sus participantes despuntan y terminan acumulando programas y programas, venciendo a contrincantes, uno tras otro: siempre hay quienes alimentan teorías "conspiranoicas" sobre el concurso, sobre supuestos favoritismos o, incluso, trampas. Y ocurre (aunque son muchos más los espectadores que le defienden) con Fran González, el crack asturiano de Pasapalabra que ya suma más de cien programas en el concurso del rosco presentado por Christian Gálvez. El biólogo ovetense está más que harto de esa ruidosa minoría que siembra dudas sobre la honestidad de Pasapalabra y la validez de sus triunfos. Y lo cierto es que cuenta con poderosos argumentos a su favor: el calor de muchísimos seguidores del espacio de Telecinco que día tras día expresan sus deseos de que consiga hacerse con el millonario bote del rosco y, sobre todo, la reiterada defensa que hacen de él, y del concurso, los rivales a los que ha derrotado.

Fran González, que recientemente abrió su cuenta de Twitter para corresponder con gratitud a las numerosas muestras de agradecimiento que recibe públicamente en las redes sociales, no está dispuesto a tolerar que se viertan dudas sobre el programa. Así, él, que ya ha defendido la integridad de Pasapalabra en más de una ocasión (incluso respondiendo a quienes aseguran que el programa le pone roscos imposibles para que no se lleve el bote), no duda en responder a los ruidosos defensores de la teoría "conspiranoica".

El zasca de Fran Pasapalabra a la insinuación de una tuitera

De esta forma, respondió con un "zasca" que retumbó hasta en Las Antípodas a una seguidora de Pasapalabra que cargó contra él y el programa, insinuando que a Fran le chivan respuestas del rosco. "¿A quién ha mirado Fran de entre el público y le ha negado algo con la cabeza? Vaya, vaya...", comentó una usuaria de Twitter la semana pasada, dejando caer que le pasan respuestas al concursante asturiano. "Fue a ti. ¿No te acuerdas? Me preguntaste que si quería salir contigo", le respondió Fran, para regocijo de sus seguidores.

Igualmente, salió al paso de la discusión un antiguo concursante, que no dudó, como ya hicieron otros, en defenderle a conciencia. "Yo estuve allí, en el atril de al lado, mirando lo mismo que Fran y escuchando lo mismo que él, me puedes creer o no, pero no sólo es lo que se lo curra, es que Pasapalabra ha demostrado tras muchos años que no hay trampa ni cartón, o sabes o no sabes", señaló.

En cierta lógica, resulta absurdo sospechar de los gestos de Fran durante el rosco, al tratarse de un concursante tremendamente expresivo durante la prueba final, donde continuamente gesticula o mueve la cabeza. Es su forma de ser y de expresarse.

Fran no se amilana en Twitter

No ha sido el único zasca de Fran, que también contestó de forma ingeniosa a una espectadora que le criticó asegurando que "aburre" y que deberían poner "límite de cincuenta programas" de permanencia en Pasapalabra. "Y también debería de haber un límite de comentarios estúpidos en twitter", le replicó.

Su ingenio y desparpajo para contestar se han convertido en la mejor defensa contra las críticas a las que se expone uno cuando se convierte en rostro televisivo. Pero, además, casi ni le haría falta ponerlas en juego: sus seguidores, mayoría abrumadora, y los testimonios de sus rivales ya sirven para defender toda su valía, humana y en el rosco.