Desde hace años el cocinero Alberto Chicote es más que conocido en la televisión nacional gracias a la ayuda que presta a restaurantes de toda España con su “Pesadilla en la Cocina”. Desde La Sexta el cocinero ha prestado consejos de todo tipo que, según algunos clientes, también se debería aplicar él. Al menos eso opinan quienes han acudido en los últimos meses a la nueva apuesta de Chicote, la taberna Puertalsol y no han quedado del todo satisfechos. No son los únicos. En este enlace ya te contamos hace tiempo lo que pensaban los que visitaban el otro proyecto de restauración de Chicote en la capital.

“No podemos estar más decepcionados con el restaurante. Espera para la mesa que habíamos reservado, espera para los entrantes, entre plato y plato, la comida fría, tanta espera para el postre que pedimos la cuenta y nos fuimos sin tomarlo”, sentenció un cliente que visitó hace apenas unos días el local asegurando que la comida es “muy muy normal”. “Se ve mucho personal corriendo por el restaurante pero el servicio no es bueno no entiendo como Chicote puede tener este restaurante tan desatendido, nada que ver con el Yakitoro que es fantástico”. Lo cierto es que muchos coinciden en señalar las diferencias con el otro local del conocido chef. “Tardaron mucho en llegar los platos y le pregunté al camarero si hacía falta llamar a Chicote para la pesadilla en la cocina. Simpatía por parte del servicio la justa”, asegura un segundo cliente. “Expectativas mucho más altas para un restaurante de Chicote. Me sentí mal con mi acompañante ya que me invitó con ilusión y la comida fue del montón, pesada y el servicio regular. Sólo se salvó un plato de cinco… las alcachofas y el maridaje sabía sólo a refresco”, afirma por su parte un tercero.

“El servicio pésimo había sólo tres mesas pues tardaron un cuarto de hora en atendernos y otro en servirnos las bebidas. Había cuatro camareros en terraza y pasaban a nuestro lado y ni miraban (…). Media hora para que nos sirvieran las bebidas, fue increíble. El trato personal fue bastante desagradable ya que en vez de atendernos con una sonrisa lo hicieron con mala cara incluso una joven camarera intentó burlarse de nuestro acento intentando imitarlo menos mal que nosotros los andaluces sabemos tomarlos las cosas bien”, afirmó otro cliente haciendo hincapié en que, además para el precio que se cobra por el servicio y los platos el restaurante no está a la altura. Este cliente hace hincapié, eso sí, en que sus críticas son, sobre todo, constructivas, y espera por lo tanto que le cocinero las tenga en cuenta. “Se supone que esto debería ser un restaurante cuatro estrellas”, concluye.