Eurovisión 2019 cumplirá en Tel Aviv su edición LXIV. Atrás quedan más de 60 años de historia que se remontan a la primavera de 1956, fecha en la que se festejó la primera edición del eurofestival. La UER (Unión Europea de radiodifusión) nace en febrero de 1950 como una asociación de 23 organismos radiodifusores de diversos países europeos, norteafricanos y Turquía. Entre sus funciones estaba el intercambio de contenidos entre ellos, así como la mejora de los servicios de radio y televisión. A mediados de los años cincuenta, se decidió celebrar un evento que aglutinase el carácter unificador de la organización.

La idea era hacer una celebración conjunta en la que participasen los medios asociados representados por países. De ese modo nace el festival de Eurovisión, pensado previamente como un concurso de variedades que luego evolucionó hasta convertirse en un festival de música y canciones. Así, el 24 de mayo de 1956, se celebraba en Lugano (Suiza) el primer “Grand Prix Eurovision de la chanson européene” (nombre inicial del actual festival de Eurovisión).

Hoy en día son más de 40 países los que participan. Entonces, solo siete: Francia, Suiza, Alemania Federal, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo e Italia. Al tratarse de pocos participantes, cada uno de los países presentó dos temas (muchos de ellos cantados por el mismo intérprete), lo que hacía un total de 14 las canciones participantes. Curiosamente, ninguna canción era en inglés, ya que la reglamentación inicial obligaba a los países a cantar en alguna de sus lenguas oficiales. Al no participar ningún país anglosajón, la lengua inglesa no tuvo cabida aquel 24 de mayo. Hubo que esperar al debut del Reino Unido el año siguiente, en Fráncfort.

Tampoco el sistema de votaciones se parecía en algo al actual. Un jurado designó únicamente al ganador sin anunciar siquiera, el orden de los demás participantes. La ya fallecida Lys Assia se convertía en la primera ganadora del Grand Prix Eurovisión de la chanson 1956. La cantante representó a Suiza en los dos temas que el país helvético propuso, pero fue con “Refrain” con el que se alzó con la victoria. El melódico tema en francés y de puesta en escena elegante y sobria estuvo brillantemente defendido por la cantante suiza y su coro de cinco integrantes (no hay que olvidar que en la primera edición no había límite de participantes en escena).

La difusión era bien distinta a la de hoy en día. En el año 56, no todo el mundo gozaba de televisión en su casa. Es por ello, que el evento fue principalmente radiofónico. El único material audivisual que se conserva es el de la actuación de Lys y su posterior recogida del premio. Estas imágenes fueron sincronizadas con el audio y presentadas para la celebración de los 50 años del Festival de Eurovisión. Toda una joya para más nostálgicos.

Una de las últimas apariciones de la cantante suiza fue en la celebración de los 60 años del festival en Londres, en 2015. El público y la organización rindió homenaje a la primera ganadora, ante el semblante ya longevo y emocionado de Lys.