Es una de las concursantes más conocidas. Y no es para menos. Su naturalidad ha ganado a muchos de los que ven cada fin de semana el programa de televisión. Y ahora anuncia su boda. Natalia, la diseñadora de lápidas que durante los primeros programas de Masterchef sorprendió a los espectadores con su desparpajo y las ganas que tiene de demostrar que sabe cocinar, ha anunciado que se casará con su pareja (con el que actualmente convive en un pueblo de Asturias), el próximo 31 de agosto. Será una boda por todo lo alto en la que sin duda habrá más de un curioso ahora que esta asturiana se ha convertido en una de las más famosas del programa de cocina más popular de la televisión.

Y es que desde que se estrenó esta séptima edición ha demostrado que a pesar de que ha sido explotado hasta la extenuación (tanto en versiones de anónimos como de famosos e incluso de niños), el formato no está desgastado. Masterchef sigue congregando a cientos de miles de seguidores detrás de la pantalla de Televisión Española. Eso sí: otros formatos de cocina que se vendían como aún más innovadores no han tenido tanta suerte. Es el caso del Top Chef (un programa muy parecido pero con la peculiaridad de que aquí participaban cocineros conocidos y con cierta fama), que tuvo que decir adiós después de varias emisiones en Antena 3.

Natalia consiguió ganarse al público desde el primer momento. ¿La razón? La asturiana cayó bien (no es la única de la comunidad, también hay otro madrileño que vive afincado en Llanes desde hace tiempo), y además habló de su profesión, algo que no es muy común. Y es que esta joven se dedica al diseño de lápidas. Y no es algo que le desagrade. “Es original”, asegura.

A lo largo de los últimos días Natalia ha ido mostrando a través de las redes sociales su pasión por la naturaleza y por los animales colgando fotos en la que, por ejemplo, da de comer a los cerdos de su granja. “Yo que siempre había renegado de las vacas y ahora tengo 120”, confesó en su día la asturiana asegurando que se había decidido a vivir en el pueblo del que ya es su futuro marido a pesar de su resistencia a la vida en el campo con animales. De momento el 31 de agosto aún no sabemos cuándo será la boda ni cómo se desarrollará.