No es fácil participar en un programa de televisión a nivel nacional y sentir que todas las miradas están puestas en ti. Por eso a muchos concursantes les puede la presión y, en ocasiones, no rinden como deberían. Eso fue lo que le pasó hace días a Natalia, la participante asturiana de Masterchef pidió disculpas a través de las redes sociales hace sólo unas horas para intentar justificar lo que sus seguidores habían visto en la emisión del formato de Televisión Española. "Después de un programa súper intenso, tengo que pedir perdón a toda la gente que me anima, ya que este desde luego no ha sido mi programa. Espero mejorar día a día y que podáis estar orgullosos", aseguraba la aspirante asturiana despidiéndose como un "besazo" y un "buenas noches a todos".

Muchos aprovecharon para enviarle ánimos a través de las redes sociales. "Te has salvado por los pelos", reconocían otros. Lo cierto es que Natalia llegó al formato siendo casi una de las favoritas. O al menos una de las más pintorescas. Lo primero por su profesión. Esta joven de 28 años se dedica al diseño de lápidas. "me gusta mi trabajo porque es original", llegó a afirmar. Lo que no le gusta del todo es donde vive. Se trasladó a Asturias por su marido. "Estuve toda mi vida renegando de las vacas y ahora tengo 120", afirmó.

No fue la única persona afincada en Asturias que participó en el formato este año. También tuvo acento del Principado Josecho, un hombre natural de Madrid pero afincando en Asturias que defendió la bandera asturiana como si fuera suya.

Masterchef es uno de los formatos que, a nivel de audiencia, mejor le funciona a Televisión Española. Y no sólo el Masterchef clásico. La cadena pública también emite la versión de niños y la de famosos para complementar la oferta. Todas ellas con una buena acogida por parte del público y con unos datos de seguimiento nada desdeñables. De hecho este es uno de los programas que más le funciona a la cadena pública, que últimamente no anda sobrada de audiencia ni de series o programas con las que competir con los canales privados que emiten a nivel nacional y que tienen grandes apuestas en la lucha por la cada vez más menguada audiencia. No en vano cada vez son menos los que escogen la televisión en abierto y más optan por los formatos en los que elegir cuándo y dónde ver algo.