La visita de Alberto Chicote a los restaurantes a los que acude con su programa Pesadilla en la Cocina suele suponer un antes y un después para los establecimientos. Pero no siempre para bien. Hay momentos en los que salir en televisión perjudica más que beneficia. Y sino que se lo digan a los restaurantes que después del paso por las cámaras de La Sexta acabaron teniendo que cerrar sus puertas. Uno de los casos en los que no hubo que bajar la persiana fue el de la tetería Nazarí situada en Melilla, que a día de hoy ha llevado a cabo un cambio fundamental: todos sus trabajadores. Pero ¿qué opinan los que van a día de hoy a este negocio?

Basta con entrar en una en la que se dejan opiniones para ver la satisfacción de los clientes que han pasado por el local. Y las opiniones no son del todo malas. Más bien al contrario: son muy buenas. "Si te apetece tomar un té y dulces típicos de la zona, esta teteria es lo que buscabas. Tiene una amplia carta que va más allá de lo típico. Crepes originales y sabrosos, comida árabe, dulces caseros, y una carta de bebidas muy amplia", afirmaba hace apenas unos días una clienta añadiendo que "en verano recomiendo las granizadas. El punto débil de este lugar es que el servicio, aunque amable, es un poco lento. Ideal la terraza para una noche de verano de lo más exótica". No fue la única satisfecha. "Trato excelente, buen servicio aún que algo lento entre platos, pero todo esta exquisito. Repetiremos seguro", añadió otra. Pero, como siempre, hay opiniones para todos los gustos.

"Es la segunda vez que iba a la tetería esperanzada en comer comida marroquí. En la puerta tienen un menú muy apetecible el cual no aparece en la carta y por lo tanto no lo sirven. Pedí varios platos de los cuales solo me dijeron que tenían humus. Lo pedi con pollo y me lo trajeron normal. No tenían ni las ensaladas ni las pastelas, solo crepes y camperos. Me quedé con muchas ganas de probarlas y por eso volví con esperanza de que esta vez sí tuvieran. Llegué a las tres tal y como ponía en Internet que abrían pero me dijeron que no, que abrían a las 4 y tuve que hacer tiempo para entrar. Cuando llegué dispuesta a comer allí con mi pareja me dijeron que la cocina estaba cerrada, que podía pedir solo crepes o algún campero. Una pena porque el sitio es muy bonito y el humus que probé me gustó aquella vez y no he tenido la oportunidad de volver a disfrutarlo", añade otra clienta. De momento el local puede, al menos, presumir de seguir abierto.