El actor de Erkenci Kus, Can Yaman, se encuentra disfrutando de sus merecidas vacaciones una vez que la serie turca ya ha sido cancelada. El artista se ha desplazado a Italia y vive en Nápoles unos días de descanso en los que a buen seguro podrá zambullirse en las aguas del Tirreno y ponerse moreno bajo el sol que pega en el Mediterráneo en este final de agosto.

Can Yaman desató la locura a su paso por la localidad italiana y se vio atrapado por una nube de fans enloquecidas, seguidores italianos de la serie y flashes de los paparazis que le descubrieron caminando alegremente por las calles napolitanas. El actor tiene tiempo ahora de ser un desconocido, pero el boom de Erkenci Kus a nivel mundial le impide serlo. Ahora y tras haber finalizado la serie se centra en buscar nuevos proyectos que sacien su inquietud interpretativa e hinchen un currículo que cada vez es más buscado entre los directores de cien. De hecho, Can Yaman tenía sobre la mesa dos proyectos interesantes de cara a su futuro. El primero de ellos no pudo seguir adelante por culpa del calendario de grabaciones de Pájaro Soñador y el actor turco tuvo que desecharlo.

El otro de los proyectos que hacían ilusión a Can Yaman tenía como lugar de rodaje Bolllywood. En la India esperaban la llegada del actor y de todo su séquito, pero un problema casi burocrático le dejó fuera del plantel final de una de las producciones más esperadas del cine indio. Can Yaman ya sabe lo que es triunfar en su país, en el resto de Europa y en parte de Sudamérica al ser uno de los triunfadores y personajes más solicitados de Erkenci Kus. Ahora buscaba abrirse al mundo, pero no todo está siendo un paseo para el turco.

Su relación con la otra protagonista de la afamada serie otomana no corre peligro y aunque ambos siguen desmarcándose de su posible aventura lo cierto es que las muestras de cariño que entre los dos se pudieron ver en varios actos en los que coincidieron este verano y su complicidad durante todo el rodaje de Erkenci Kus no dejan lugar a dudas de que entre ambos hay algo más que una amistad. El secreto es guardado con celo por parte de sus compañeros de rodaje quienes tampoco han desvelado el secreto mejor guardado. Can Yaman sigue esperando ahora abrir otra puerta, en este caso la de los proyectos internacionales que le llevarían de una vez por todas a Hollywood, donde siempre ha soñado con triunfar.