Es inevitable. Muchos concursantes que participan a diario en concursos de televisión acaban teniendo una relación personal entre sí. Pasan muchas horas juntos. Hay que tener en cuenta que en todos estos programas que se emiten a nivel nacional graban en un mismo día varios episodios por lo que los participantes en estos formatos viven auténticas jornadas laborales codo con codo. Pero si hay una relación que se haya establecido más allá de la pequeña pantalla esa es la de dos concursantes de Pasapalabra: Orestes y Jero, que hasta hace unos días compartían muchos minutos e npantalla. Se trata de los dos favoritos del público y los dos participantes que más dieron que hablar en su día. Por eso muchos se preguntan cuál es su relación detrás de las cámaras. Y la verdad es que, a juzgar por lo que se ve en redes sociales, esa relación no puede ser mejor.

"Es todo un honor competir a su lado", llegó a decir el joven Orestes hace tiempo de su compañero de aventuras, Jero. Mientras competían en la tele sepublicaba una foto en redes sociales (lo hizo el joven Orestes en su Twitter), en la que se veía la buena relación que mantenían estos dos jugadores que compartieron más de 40 roscos.

Pasapalabra consiguió con esta pareja unos datos de audiencia que no se veían desde hace semanas. La unión de estos dos concursantes parece funcionar. Y eso que el formato necesitaba un cambio de aires. El asturiano Fran González había dejado el pabellón más que alto con su participación en Pasapalabra. No en vano González (que finalmente consiguió el rosco y dejó el programa después de haber ganado más de un millón de euros), llegó incluso a batir el récord de audiencia consiguiendo el minuto de oro del día. Más de cuatro millones de personas estaban cada tarde pendientes de lo que hacía González.

Durante mucho tiempo la audiencia estuvo dividida (lo que no le viene del todo mal al formato por la polémica que acaba suponiendo que se suman espectadores). Entre los que cada tarde seguían el programa hay fans y seguidores tanto de Orestes como de Jero.Cada uno defiende al suyo y apostaba (hasta que se fue Jero) porque se llevará el rosco.

Ahora para muchos sólo queda la esperanza de que se lo lleve Orestes.