Que los restaurantes aprovechen los momentos en los que congregan a más clientela para hacer más caja eso es algo que no se le escapa a casi nadie. Pero los hay que, a juzgar por lo que dicen sus clientes, se pasan de frenada. Es el caso de un restaurante de Pamplona que protagonizó uno de los últimos programas emitidos en La Sexta del Pesadilla en la Cocina presentado por Alberto Chicote. Se trata de la cervecería Maltea, que hasta hace poco se llamaba Olé y que durante los últimos sanfermines subió un poco los precios.

"Que te cobren seis euros por dos aguas con gas es un auténtico robo aunque sean las fiestas de San Fermín. Sin duda hay muchos lugares mejores en el casco viejo de Pamplona, la atención también es mala", resumía una de las clientas del establecimiento. No es la única que se quejaba en una web en la que habitualmente se ofrecen opiniones sobre locales de hostelería. "Que te cobren 40 euros por cinco cubatas es para denunciar al bar". Eso sí: muchos destacaban su buena ubicación y sus pinchos excelentes. Lo uno no quita lo otro.

No es nada común que los programas que protagonizan Pesadilla en la Cocina sigan abiertos mucho tiempo después de haberse emitido este formato. ¿La razón? Los problemas personales, financieros y en muchas ocasiones de relaciones íntimas incluso, que atraviesan los establecimientos de hostelería cuando llaman a la televisión hacen que ya sean totalmente inviables si no se parte de cero en el negocio. Pero aún hay más. Hay quién dice que en el programa se exagera. De hecho hay varios establecimientos que ya se han constituido como asociación para quejarse por el trato recibido en la pequeña pantalla y por la imagen que se dio de sus locales.

Ahora muchos de los seguidores de estos programas (que se repiten hasta el cansancio en canales secundarios de Atresmedia), están pendientes de que vea la luz la séptima temporada de este exitoso formato. Y es que, tal y como aclaró el propio Chicote, los capítulos ya están grabados. Todo está listo. Sólo hace falta que los directivos de la cadena o los encargados de la programación den el visto bueno.

Lo cierto es que el formato (que se importó de los Estados Unidos en donde también es muy popular), siempre ha funcionado muy bien. Tanto que La Sexta decidió en su día explotar el efecto Chicote con otros formatos como "¿Te lo vas a comer?" que hicieron que Pesadilla en la Cocina durmiera en un cajón. A buen seguro que sólo es un descanso del formato para que este programa vuelva con todo el éxito que cosechó hasta la fecha.