La nueva edición de Gran Hermano Vip (en la que se reúne a varias personas famosas que tratan de convivir bajo un mismo techo rodeados de cámaras), está dando mucho de que hablar. Tanto que el ansia de la audiencia por saber quién va a ser el próximo expulsado de la casa hace que muchos dejen ver en encuestas y todo tipo de páginas web sus preferencias. Unas preferencias que van muy en la línea de lo que luego sucede. Por eso muchos utilizan las redes sociales como el termómetro definitivo para saber qué es lo que va a pasar dentro de la casa más famosa de la televisión en España.

Esta semana tres son los concursantes que se enfrentan a la expulsión: Kiko, Adara y el Maestro Joao. Pero hay un claro favorito para salir por la puerta de la casa de Guadalix y no es otro que el nuevo enemigo número 1 de Mila Ximenez. De hecho Kiko es el favorito para abandonar la casa la próxima semana de ocho de cada diez personas que siguen el reality según las encuestas que se pueden ver estos días en varias páginas web y en cuentas de Twitter y de Facebook de seguidores del programa.

Pero ojo, que todo puede cambiar. La pasada semana las votaciones fueron, poco a poco, dando un drástico cambio hasta que al final llegó la sorpresa de la gala. Y es que este año los que siguen el programa reconocen que está casi más impredecible que nunca. Lo que parece claro, eso sí, es que unos concursantes están recibiendo más ayuda exterior que otros.

Y eso es algo que han denunciado ya varios espectadores. Y es que a lo largo de los últimos días varios programas de Telecinco se han dedicado, por ejemplo, a defender a Mila Ximenez, que estaba nominada y a un paso de salir de la casa. Y eso es algo que no ha sentado nada bien a los que están pegados a la pequeña pantalla que acusan a la cadena de querer manipular los resultados.

Lo que tampoco ha sido del agrado de muchos es la decisión de Telecinco de incluir el servicio del 24 horas como un servicio Premium dentro de su nueva plataforma de pago. Algo que ha sentado mal a muchos espectadores que se han visto obligados a rascarse el bolsillo para seguir el minuto a minuto del formato.