Pasar por programas como Pesadilla en la cocina tiene sus consecuencias. Y sino que se lo pregunten los hosteleros que a lo largo de los siete años que este formato lleva en emisión en nuestro país han sido en alguna ocasión los protagonistas de alguna de las decenas de emisiones que lleva La Sexta. Algunos han llegado incluso a denunciar al programa impulsando una plataforma de afectados por Pesadilla en la Cocina en la que acusaban al formato de mentir y de dar más entrada al espectáculo que a la realidad. Pero entre todos estos afectados (dicen que siete de cada diez restaurantes acababa cerrando sus puertas) hay casos de éxito, de establecimientos que efectivamente supieron mejorar su forma de afrontar el negocio de hostelería.

Y entre ellos está, a juzgar por las opiniones que se dejan ver en internet, El bodegón de Sancho, un establecimiento que fue protagonista del programa hace seis años (en enero de 2013 s emitió su capítulo ante más de dos millones de espectadores que siguieron las andanzas de Chicote en Guadalajara) y que ahora sigue abierto. ¿Qué opinan los clientes que lo visitan? Basta con darse una vuelta por la página web de comentarios más utilizada en el mundo virtual para darse cuenta de las buenas críticas que cosecha.

"La comida era muy buena, el servicio fueron super atentos. No teníamos reserva y no tuvimos problemas para comer. Sitio recomendable, eso sí el precio está relacionado con la comida", apuntaba una cuenta que comió en este establecimiento hace apenas unas semanas. "Hemos comido bastante bien en la terraza, el trato de los camareros fue bueno", sentenciaba otra quejándose, no obstante, de la lentitud que ese día habían tenido los camareros encargados del establecimiento a la hora de servir. "La realidad calidad precio es estupenda", añadió otro. Eso sí, como en todo en esto hay opiniones para todos los gustos.

Uno de sus últimos comensales tampoco tiene buena idea de lo que vivió. "Creo que es el peor trato que hemos sufrido nunca y se debe a que llevábamos ropa deportiva mientras que la mayoría de clientes iban caracterizados como taurinos, votantes de partidos extremistas y pijos en general. Es lamentable. Estuvimos esperando 20 minutos mientras veíamos como tenían mesas libres en la zona del bar", argumentó por su parte este cliente que a juzgar por sus impresiones parece que no va a volver a pisar el Bodegón de Sancho.