El formato Sálvame ha conseguido convertirse, casi por derecho propio, en uno de los programas más conocidos de España. Durante cinco horas al día (desde las cuatro de la tarde hasta las nueve de la noche), los colaboradores de este espacio desmenuzan la actualidad del día a día de los famosos. Pero esta tarde el programa comenzó de una forma diferente. En el salón en el que se sientan normalmente los famosos y los periodistas que comentan los vídeos que van viendo hoy había tres sillas vacías.

La propia Paz Padilla (presentadora de este formato los días que se emite Gran Hermano Vip y que por lo tanto Jorge Javier Vázquez no acude a su cita con la audiencia vespertina), anunciaba lo sucedido en los primeros minutos del espacio. “Están viendo ustedes unas sillas vacías pero todo tiene una explicación”, afirmaba. En el plató faltaban Raquel Bollo, Rafa Mora e Yelina Padila, tres de los colaboradores más polémicos. Pero no es que esta tarde no fueran invitados.

“Ylenia y Rafa están encerrados en una sala incomunicada para que no puedan hablar entre ellos”, explicó Padilla. De hecho el enfrentamiento entre estos dos famosos del universo Mediaset es el principal aliciente que ofrecen los responsables de Sálvame a los espectadores estos días. Pretenden que las peleas entre ambos suban un poco la audiencia y no están dispuestos a que los insultos se produzcan fuera del plató por lo que alimentan la intriga para el momento en el que los jóvenes se van a ver las caras.

Lo cierto es que desde Sálvame estos días están quizá más pendientes de la audiencia que nunca. No en vano la ausencia de Pasapalabra ha supuesto un duro golpe para Telecinco. El Tribunal Supremo obligó a la principal cadena de Mediaset a dejar de emitir el concurso y eso afectó mucho a sus números de audiencia. Sobre todo al informativo de Pedro Piqueras.

La segunda y última edición de Informativos Telecinco era la líder de audiencia, la más vista del día de todos los canales, en buena medida gracias a la audiencia de “arrastre” que tenía este informativo que se aprovechaba de la gran cantidad de espectadores que estaban pendientes del rosco de Pasapalabra y no apagaban la televisión cuando acababa el concurso. De hecho el informativo había pasado ya a emitirse cinco minutos (o incluso 10) después de las 9 d ela noche para que los espectadores no cambiaran a Antena 3.