Es uno de los actores de moda y eso es algo que nadie discute. La gira que ha emprendido estos días por países de toda Europa demuestra su potencial. Can Yaman, el protagonista de Erkenci Kus, es uno de los hombres del momento. Y por eso no es de extrañar que tanto los productores como los directores se lo rifen. Tanto que no ha pasado ni medio año desde que puso fin al proyecto que le dio fama internacional y ya tiene un nuevo trabajo. Desde su Turquía natal se anuncia que se ha dado luz verde al nuevo proyecto de un conocido director que quiere contar otra historia de amor en la que Yaman sea el protagonista.

Su nueva serie verá la luz en el año 2020. Está a la vuelta de la esquina. Pero sus seguidoras quieren más. Y eso que tiene dificultades. Yaman tiene que cumplir el servicio militar obligatorio en su país y eso le va a mantener meses apartado de la ficción.

Yaman busca, además, nueva chica de la que enamorarse (en la ficción eso sí). El productor que trabaja en la nueva serie quiere encontrar a una joven que esté a la altura de Yaman en todos los sentidos.

Erkenci Kus ha sido la serie turca que más ha revolucionado a las fans españolas. Peor no fue la primera. Divinity, el canal femenino de Mediaset, fue casi el primero en ver este fenómeno y en contratar varias de estas ficciones que tiene los temas de siempre (amores imposibles, romances entre personas de diferentes clases sociales, personas que se interponen…) pero que cuentan con otras narrativas que conectan más con el público joven que ve estas novelas a través de internet.

El dato que más resalta la importancia de estas series es, como no podía ser de otra manera hablando de productos de televisión, la audiencia. Las series consiguen un “share” muy elevado si se tiene en cuenta la media que logran estas ficciones que en alguna ocasión fueron incluso estrenadas en Telecinco. Lo malo, según sus seguidores, es que los canales españoles las “maltratan” con el único objetivo de cambiarlas de horario y que te enganches a todas y cada una de ellas. Esos cambios suelen generar, como no podía ser de otra manera, malestar entre quienes ven sus ficciones a una hora determinada y que al final acaban cambiando de plataforma (la televisión por internet) para poder seguir las series a la carta.