La cancelación hace unas semanas del concurso Pasapalabra en Telecinco ha supuesto un palo muy duro para la principal cadena de Mediaset pero también ha permitido respirar a sus competidores. Y es que ahora que no tienen competencia es un buen momento para Boom, el concurso de Antena 3 de las tardes que gracias a Los Lobos estuvo a punto de ganar la batalla de la audiencia. El formato presentado por Juanra Bonet es el único concurso que le queda como opción a los enamorados de las preguntas y las respuestas en la pequeña pantalla y a buen seguro va a conseguir "pescar" parte de la audiencia de Pasapalabra.

Pero ¿qué necesita ahora Boom para dar el salto definitivo? Lo principal a día de hoy (y eso lo saben bien los programadores) es tener a concursantes que llamen la atención y que conquisten al público. Lo experimentaron bien con Los Lobos, los cuatro amigos que lograron auténticos récords de audiencia y no sólo por su conocimiento. También por su cercanía al público y su simpatía.

De hecho si algo se recuerda de Los Lobos es la participación en el equipo de José Pinto, el ganadero salmantino que conquistó el corazón muchos espectadores sobre todo llevando camisetas en las que reivindicaba la importancia de los pueblos de España y de sus fiestas patronales.

Ahora los expertos en televisión aseguran que Los Lobos han vuelto a la tele. O al menos su espíritu. De hecho en las redes sociales hay quién considera que Los Dispersos son los nuevos Lobos. Por dos razones: la primera porque están consiguiendo buenos datos de audiencia y segunda porque hay voces que aseguran que se les está beneficiando en el sentido de que se les ponen preguntas más fáciles para que las solucionen mejor y así sean capaces de seguir más programas.

Lo cierto es que su llegada, teniendo en cuenta la cancelación de Pasapalabra. Y es que Antena 3 vive desde siempre una eterna lucha contra Telecinco por la audiencia si bien desde hace años el principal canal de Atresmedia se trató de diferenciar de Mediaset haciendo hincapié en una programación mucho más familiar y en la que primaran los contenidos de calidad y para toda la familia. El principal problema para ellos es la dificultad de que una serie supere a un programa del corazón o a uno de los realities con los que riega su programación la cadena de la competencia.