Sustituir un concurso como Pasapalabra no era nada fácil. Y había que hacerlo. La sentencia del Tribunal Supremo que obligó a Telecinco a tirar de imaginación y a prescindir del concurso más visto de las tardes de la noche a la mañana obligó a los responsables de la principal cadena de Mediaset a buscar una solución rápida. La primera y más inmediata era fácil: que Sálvame pasara a durar cinco horas en lugar de cuatro. A los ya tradicionales formatos de Sálvame Naranja y Limón (que en teoría se adaptan a los horarios infantiles), le añadieron el Sálvame Banana. Pero no funcionó.

A pesar de que en el programa por excelencia del cotilleo en televisión se empezaron a guardar los temas más jugosos para el tramo final del programa entre las ocho y media de la tarde y las nueve de la noche, la audiencia empezó a abandonar Telecinco. El hombre es un animal de costumbres y muchos de los que sintonizaban el canal de Mediaset antes del informativo de Pedro Piqueras lo hacían para ver un concurso, no un programa del corazón.

Es por eso que desde la dirección de la cadena decidieron impulsar un nuevo concurso. Se trataba de El Tirón. Un formato de 20 minutos en el que participaban los mismos concursantes que en Pasapalabra y que contaba también con Christian Galvez como presentador pero que en ningún caso era un programa propio: era parte de Sálvame. Pero pocos entendieron el cambio. Un concurso no pegaba demasiado en el plató del programa del corazón en el que pasaba de sentarse Belén Esteban a Fran Pasapalabra (uno de los exjugadores invitados para subir la audiencia).

Entonces se tomaron nuevas decisiones. La semana pasada el programa decidió que a partir de ahora para poder participar en varios programas había que acertar las 25 preguntas del “rosco” final. Pero muchos se quejaron de que siguen sin entender la mecánica del concurso en el que el joven Orestes sigue siendo el gran favorito para llevarse el premio.

“Yo este concurso no lo entiendo, los que están en las sillas se cansan y se van o están ahí de público”, se preguntaba un espectador. “Me gusta la idea, se pone más emocionante el juego”, contestaba otro. Lo que parece que muchos critican es la improvisación con la que se ha jugado por parte de la cadena que ha querido poner en marcha un concurso nuevo de apenas 20 minutos en pocos días sobre todo para evitar perjudicar la audiencia del informativo de la noche de Pedro Piqueras.