No todo es de color de rosa una vez que ganas el premio más importante de la historia de la televisión en España. Si en algo están de acuerdo todos los especialistas en ahorro es en que en la tele no es oro todo lo que reluce. Los cuatro amigos miembros de Los Lobos que hace una semana hicieron historia de la televisión llevándose a casa casi un millón de euros cada uno van a quedarse con la mitad del premio una vez que paguen a Hacienda. La caja común del estado se lleva el 48 por ciento de todo lo que hayan ganado por su participación en televisión. Pero no es la única realidad a la que van a tener que hacer frente (aquí puedes leer lo primero que se compraron con el dinero que ganaron).. La cantidad que han ganado después de dos años participando en un concurso de televisión no da para retirarse. Ni mucho menos. Van a tener que seguir trabajando. Y ahí viene la dificultad.

Para participar en el formato de Antena 3 en el que estuvieron dos años grabando programas estos cuatro amigos tuvieron que disponer de muchas horas libres. Tantas que hasta uno de ellos (José Pinto, el ganadero salmantino que fallecería de forma repentina horas después de dejar la televisión), tuvo que bajarse del barco a mitad del trayecto alegando que no podía seguir dejando de lado su trabajo. Y es que es casi imposible combinar las largas jornadas de grabación con un horario laboral más o menos normal. Por eso dos de Los Lobos (Valentín Ferrero y Erundino Alonso) tendrán ahora que buscar trabajo.

Ferrero fue quizá el primero que se dio a conocer para el público en general. Cuando Los Lobos llevaban ya más de un año en televisión pronunció un discurso que se hizo viral y en el que denunció la misera que cobraba como profesor ayudante de la Universidad. El zamorano deberá buscar ahora una nueva ubicación laboral y a buen seguro no va a ser fácil. Pero no es el único.

Erundino Alonso también se vio obligado a aparcar de forma temporal las obligaciones que tenía en su trabajo como agente forestal de la Junta de Castilla la Mancha. En este caso, eso sí, no parece que Alonso vaya a tener mucho problema para recuperar de nuevo su plaza.

Lo bueno de la televisión, eso sí, es que a buen seguro no les van a faltar campañas promocionales o de publicidad en las que ceder su imagen a cambio de una importante cantidad de dinero.