Roberto Leal ha comenzado el 2020 con mucha fuerza. El malagueño ha tenido que hacer frente recientemente a la muerte de su padre, un duro varapalo que no le impidió dar las Campanadas junto a Anne Igartiburu el 31 de diciembre.

Emocionado por todas las muestras de cariño que ha recibido tras la pérdida de su padre, Roberto nos ha explicado en la rueda de prensa del nuevo Operación Triunfo cómo vivió esos días tan difíciles: "Mi padre no es que gozara de una grandísima salud, sabíamos que tarde o temprano iba a pasar, pero no esperábamos que fuera tan pronto y de esa manera. Nos cogió en casa porque fue en Navidades y esa es la parte de consuelo que buscamos todos, se ha ido muy joven pero rodeado de su gente. Al final no creo que fuera nada especial lo del día 31 lo que pasa que a mí se me ve, pero sentía una energía especial. Así que la familia está recomponiéndose, y nada poco a poco y animando mucho a mi madre que es una mujer súper vital".

Y es que la energía de Roberto Leal le viene de su progenitora, pero el sentido de responsabilidad por el trabajo de su padre, algo que él mismo nos ha explicado: "Yo me defino como la alegría y energía de mi madre, y después ese respeto por el trabajo y profesionalidad que ha tenido mi padre siempre. Yo con mi padre he vivido muchas cosas, pero me he perdido otras tantas porque siempre ha sido un trabajador nato que incluso iba el fin de semana a trabajar. Albañil de toda la vida, y yo he trabajado mucho con él cuando tenía 15 y 16 años. Entonces claro yo ese recuerdo que tengo es como me inculcó esa pasión por el trabajo, y despacito, de no tener prisa. Y con eso me quedo, son muchas cosas personales".

Un aprendizaje que le ha llevado a alcanzar el gran éxito profesional que está teniendo. Embarcado en la tercera edición de Operación Triunfo, Roberto nos reconoce que tiene mucho cariño a todos los concursantes que han pasado por la Academia: "Cuando tú vives tantas cosas con ellos, compartes mucho. Al final vivimos muchas cosas bonitas y al final encontramos cosas en común, yo siempre he sido de cuidar a gente a la que le tengo cariño. Es verdad que a día de hoy yo no he perdido contacto con ninguno de los 32. Yo los siento parte de mi familia, es otro tipo de familia, pero yo los quiero cuidar porque para mí son muy importantes".

Un gran formato en el que se pasa inmerso muchas horas, así el AVE se ha convertido en su mejor oficina: "Ahora mismo mi oficina y la de mi mujer es el AVE, y ahora para mí también es el avión porque tanto Sara como yo estamos trabajando en este proyecto que tenemos en Canal Sur, y luego nuestra casa está en Madrid, pero yo ahora también trabajo en Barcelona. Son tres meses y pico tampoco es tanto, hay gente que hace más esfuerzo en sus trabajos a diario, y bueno nosotros somos unos afortunados, ¿cómo lo hacemos? Pues conciliando".