Para bien o para mal todos los participantes de Masterchef utilizan las redes sociales. El propio programa obliga a los que se presentan a las pruebas a mantenerse en permanente contacto con su fans por ejemplo con su cuenta oficial en Twitter. Una cuenta en la que en todo momento se hace referencia al programa y que es más que necesaria sobre todo si se tiene en cuenta que en todos los programas de la pequeña pantalla cada vez prima más el contacto con el usuario.

En este sentido sorprende mucho desde hace tiempo que una de las participantes en uno de estos programas (en este caso Virginia Naranjo, que ganó en el año 2016 cuando el programa tenía de media tres millones de espectadores), no tenga ni Twitter ni Instagram oficial como si tienen sus compañeros. De hecho en su cuenta “oficial” del programa acumula decenas de miles de seguidores pero hace que no pone nada desde hace más de dos años.

De hecho se ha hecho más que raro que esta concursante, que fue una de las más queridas, no haya salido mucho en los medios de comunicación tras el concurso. Ganó y casi desapareció. Pero, eso sí, consiguió su sueño: abrir un negocio con su hermana. Un catering que a buen seguro hace las delicias de quién lo encarga.

Masterchef ha conseguido convertirse en los últimos años en una apuesta más que fija de Televisión Española. No en vano es uno de los formatos que más éxito tiene de la televisión pública y casi uno de los pocos que le da alegrías en forma de audiencia. Tanto que se han “inventado” varias versiones del mismo programa: la de los famosos y la de los niños, de hecho, casi tienen más éxito que la “normal”.