Ana Rosa Quintana ha vuelto con fuerza a las redes sociales. La presentadora a la que desde hace años se considera la “reina de las mañanas” por ser su programa el que más audiencia consigue de cuántos se emiten a primera hora del día, decidió hace semanas retomar el contacto con su audiencia a través de Twitter. Y lo hizo entrando por la puerta grande. Quintana no esquiva ningún tema y contesta a todas las polémicas que a lo largo de las últimas semanas han rodeado a la emisión de “El Programa de Ana Rosa”, sobre todo en lo que tiene que ver con la información sobre la crisis del coronavirus y sus implicaciones políticas.

En esta ocasión la polémica a la que contestó Quintana la inició en Twitter Juan Carlos Monedero, el que fuer máximo dirigente (y uno de los fundadores) de Podemos. “Una diputada de Vox, odiadora que sólo tiene glóbulos azules porque no quiere nada rojo, llama asesino al gobierno. Y va una periodista que se dice independiente y exclama ¡Ole, así se habla! Por supuesto sigue en la tertulia de mi amiga Ana Rosa Quintana. La España que hiela”, decía Monedero en un tuit en el que nombraba a la presentadora de Telecinco y en el que se podía ver una imagen de Isabel San Sebastián alabando a una diputada de Vox.

“Como bien sabes esto no ha ocurrido en mi programa, del que tú eres colaborador”, sentenció Quintana sin hacer referencia a su lista de colaboradores pero desmintiendo que en su programa se emitieran alabanzas a Vox.

Más de 1.300 personas le dieron “me gusta” al tuit de la Quintana. Pero también le contestaron. Cientos de personas se posicionaron de un lado y de otro tanto en contra como a favor de Monedero.

El programa de Ana Rosa parece estar en plena forma. Según los datos de audiencia de los últimos meses y semanas el formato dirigido por Ana Rosa Quintana sigue liderando las mañanas de la televisión muy por delante de otros formatos de sus competidores como Espejo Público de Antena 3. De lejos siguen a ambos los desayunos de Televisión Española y La Mañana de la 1 de TVE, dos programas de la televisión pública que, sin embargo, poco a poco van ganando adeptos y cada vez se acercan más a las ofertas de las televisiones privadas.