Ayer Kiko Hernández volvía a reincorporarse al plató de 'Sálvame' y como no podía ser de otra manera lo hacia desatando la polémica y sembrando el pánico entre sus compañeros, y es que el colaborador llegó convertido en la 'muerte' y con una maleta en la que se escondían algunos se los secretos mejor guardados de sus compañeros, afectando de manera directa a Lydia Lozano.

Kiko y sus bombas han vuelto a poner sobre la mesa el debate de Lydia Lozano y su información respecto a Ylenia Carrisi, desvelando un polígrafo al que la periodista se sometió sobre el tema cuando aun trabajaba en 'A tu lado' bajo la condición de que jamás saldría a la luz, firmado bajo contrato, por lo que Lydia jamás pensó que su propio programa pudiese rescatarlo y le ha sentado como una auténtica "traición".

Sin poder contener las lágrimas y de lo más afectada, Lydia declaraba: "Se blindaron las puertas. Firmé que nunca se iba a hablar de ese polígrafo. No voy a hablar del tema, pero si sale me iría a mi casa y no vuelvo", amenazando así con dejar el programa y como no la habíamos visto nunca. Mientras sus compañeros y el propio Jorge Javier aseguraban que no tenían ni idea de este polígrafo y la intentaban convencer para emitirlo, Lydia se mostraba de lo más tajante: "No voy a decir nada, si se emite me voy". Una auténtica puñalada para Lydia, que jamás podría esperarse que este tema volvería a salir a la luz y mucho menos el polígrafo ya que lo tiene firmado por contrato. Poco después abandonaba el plató. "¿Pero hasta cuando?", le preguntaba Jorge Javier. "Para siempre"; contesaba ella.

Ayer no fue un día fácil para los colaboradores de Sálvame. De hecho casi ninguno lo es para los periodistas y famosos de todo tipo que cada tarde durante más de cinco horas se sientan a comentar la actualidad del famoseo patrio. La dirección de este formato de la Fábrica de la Tele tiene claro que lo que triunfa y lo que más llama la atención de los espectadores es el enfrentamiento constante y por eso desde la cadena de Fuencarral espolean las broncas. Pero hoy es un día especial.

La decisión de Antena 3 de comprar el formato Pasapalabra, el concurso que durante años le dio el liderazgo de la última franja de la tarde a la principal cadena de Mediaset, ha hecho que Telecinco tenga que trabajar hoy el doble. El objetivo es ofrecer contenidos que enganchen a la audiencia y que los espectadores no se vayan a Antena 3. No va a ser fácil. La principal cadena de Atresmedia lleva meses promocionando su nuevo concurso, que además ha trasladado a las siete de la tarde Boom, el formato que hizo famosos a Los Lobos y que también tiene mucho éxito.

Por eso desde Sálvame hoy han querido (llevan todo el fin de semana anunciándolo) aguarle el estreno a Antena 3 con una "bomba" de cámara oculta sobre uno de sus colaboradores. Pero no han dicho sobre quién. Una de ellas, Mila Ximenez, decidía a primera hora de la tarde abandonar el plató. "Se que va a ser sobre mi", dijo antes de dejar su silla vacía.

Su ausencia dejó impresionados a los espectadores. Pero, a pesar de todo, no duró mucho. Ximenez volvió poco después sin dar explicaciones.

Telecinco se juega hoy mucho. Además de la audiencia de Sálvame (que no ha conseguido igualar a la que tenía Pasapalabra a pesar de que Christian Galvez intentó hacerlo con otro formato) lleva también consigo que el informativo de Pedro Piqueras tenga lo que se llama audiencia de arrastre, es decir, que consiga muchos miles de espectadores que están viendo el programa de antes y que luego se quedan.

La audiencia de los informativos es más que importante para todas las cadenas por el mero hecho de que les da prestigio. Que tengas los informativos como los más vistos da calidad a la marca porque significa no sólo que los espectadores te eligen para entretenerse, sino también para informarse.