Pocos son los que en Telecinco defienden de alguna o de otra manera la actitud de José Antonio Avilés. Que el colaborador de Viva la Vida es uno de los personajes más polémicos de Telecinco es algo que ya nadie niega. Pero todo tiene un límite. Durante su estancia en Supervivientes se pudo comprobar como el joven colaborador no hacía más que mentir. Salieron a la luz muchos de sus trapos sucios y de sus deudas. Tantas que el joven se vio arrinconado y tuvo que hacer un propósito de enmienda.

Llegó a España tras su paso por Honduras con la promesa de que iba a cambiar. Pero sigue mintiendo y engañando. Al menos eso parece a juzgar por lo que le sucedió esta semana en Viva la Vida, el programa en el que se hizo famoso.

Después de repetir por activa y por pasiva en la edición del sábado que no iba a ir a Sálvame Deluxe (uno de los programas que más paga a los colaboradores por sentarse en un plató a hablar de su vida), el propio Deluxe difundió unos audios de la negociación de Avilés con la directora del programa en los que se veía como efectivamente estaba negociando. Una actitud que sus compañeros no entendieron.

“No sabemos porqué miente porque todos hemos hecho revistas o hemos ido a otros programas pero aquí no dice la verdad. Tiene que ser algo de una enfermedad, no es normal”, decían sus compañeros. Pero sin duda la más afectada fue Emma García. La presentadora del programa aseguró que había tocado techo. Ya no podía más con las mentiras de Avilés. “Se me agotó la paciencia, tengo verdadera curiosidad de ver cómo arreglas esto ahora”, confesó.

Lo cierto es que a pesar de todo las mentiras de José Antonio Avilés le han venido más o menos bien a Viva la Vida. El programa que conduce Emma García en las tardes del fin de semana de Telecinco ha conseguido importantes datos de audiencia hablando de este tema. Unos datos que no hubiera logrado si no hubiera estado encima de este personaje que también a buen seguro recorrerá ahora otros platós para seguir contando su vida. Eso si no sale adelante la campaña en redes sociales que pide el boicot para todos los que contraten a personas que, como en el caso de Avilés, han sido condenadas por la comisión de algún tipo de delito, en este caso de estafa, y a los que determinados programas de televisión siguen pagando importantes cantidades de dinero.