Seguro que después de tantos años no hay muchos rostros de Gran Hermano Vip que sigan en el imaginario colectivo. Pero 15 años después de la edición de este concurso en el que se encerraba a más de una decena de famosos dentro de una misma casa para ver con el ojo del Big Brother su convivencia… ¿qué ha sido de una ganadora como Ivonne Armant? Pues a juzgar por las fotos que cuelga esta actriz en redes sociales la mujer ha conseguido olvidarse de las polémicas y de los programas del corazón y sigue con su vida.

Armant no quiso hacer como otras estrellas que años después siguen viviendo del programa. Se marchó de España y ahora vive a medio camino entre Estados Unidos y Méjico, un país en el que es muy querida y respetada. Y en donde todavía no le faltan las ofertas de trabajo y las oportunidades laborales.

Gran Hermano volverá finalmente en 2021 a Telecinco. El discurrir de este programa a lo largo de los años no ha sido nada fácil. Más bien al contrario. Gran Hermano ha sido el reality más importante de la historia de televisión. Meter en una casa a un número determinados de anónimos, sin conocerse y dejar que la convivencia fluya como le venga en gana en una casa donde hay más cámaras que paredes... es un fenómeno que, además de ser un espectáculo para el espectador, es un análisis social que nos encanta consumir. Tras el escándalo que hubo en la edición de GH Revolution, en 2017, donde hubo un presunto abuso sexual, todavía pendiente de resolución judicial, no hemos vuelto a ver una edición en la que los anónimos, eran los protagonistas.

El reality más visto de todos los tiempos viene con más fuerza que nunca anunciando un protocolo de actuación ante posibles delitos sexuales. Y es que la productora Zeppelin ha desarrollado 44 medidas a llevar a cabo por si ocurriese algo similar a lo que ocurrió en GH Revolution.

Entre todas estas medidas impuestas por la productora del programa, están la de una formación específica del personal del reality, actuar lo más rápido posible ante una situación así, comunicar a la víctima lo sucedido en un ámbito privado y además, garantizar la confidencialidad y el derecho a la intimidad de la víctima.