Los Dispersos han conseguido convertirse, de alguna manera o de otra, en historia viva de la televisión. Y lo han hecho por su cultura y su buen hacer. Después de que Los Lobos consiguieran el mayor bote de la historia de la televisión la dirección de Boom no podía permitirse perder el gancho que tienen entre los espectadores los grupos de “cerebritos” que se saben todas las preguntas del programa. Así llegaron Los Dispersos.

Pero ¿cómo es su vida tras las cámaras? Pues parece que es de lo más normal a juzgar por las fotos que ellos mismos comparten en redes sociales. Una de ellas, la que puedes ver bajo estas líneas, sorprendió mucho a sus seguidores hace días.

Muchos de los que cada tarde están pegados a la televisión aprovecharon la foto para mandarles un saludo o incluso para mostrar su admiración.

En no pocas ocasiones los programas aprovechan el gancho que estos concursantes tienen entre la audiencia para que sigan ganando adeptos y para que así los espectadores se familiaricen con ellos como si fueran uno más de la familia creando un vínculo que hace que los seguidores estén cada tarde al otro lado de la pantalla sin casi ni pestañear. Todo un logro en unas cadenas de televisión cada vez más necesitadas de audiencia debido a la moda de las plataformas de pago por visión o de visión a la carta.

Oscar, uno de los miembros del programa más conocido, ya había estado en otros formatos de televisión. Había competido en otros concursos como Saber y Ganar. No es extraño. Más bien al contrario. Y es que ya pasaba con Los Lobos. Boom y sus creadores buscan entre los concursantes de televisión perfiles de personas que tengan conocimientos muy diversos y que puedan hacer algo grande en el formato de Antena 3. Por eso Óscar fue entrevistado hace días en el programa El Faro de la Cadena Ser. Un programa que se emite de madrugada con Mara Torres y en el que este concursante desveló cuáles eran sus razones para haber dado el paso de saltar al otro lado de la pequeña pantalla.

Y es que muchos de estos concursantes son auténticos profesionales. No hay que olvidar que Los Lobos estuvieron más de dos años trabajando en la pequeña pantalla. Y es que aunque es verdad que se graban varios programas un mismo día al final todos ellos tuvieron que dejar sus trabajos o pedir una excedencia. Al final parece que compensó. Se llevaron a casa un millón de euros cada uno.

El origen está al otro lado de la pantalla, es la curiosidad que te producen este tipo de formatos como espectador. Los ves con cierta asiduidad y un día decides llamar a un teléfono que hay en la pantalla. En lugar de concursar en tu domicilio te presentas a un casting y acabas en un plató de televisión”, confesaba Óscar en el programa El Faro.