Está claro que si algo tienen que trabajarse en First Dates son tanto los guiones como los castings. Elegir a quién va a formar parte del programa de citas y que esa persona tenga gancho o genere algún tipo de interés (ya sea bueno o malo) en la audiencia es fundamental para conseguir tener más audiencia. Pero lo de Alberto la pasada semana ya rozó el esperpento para los tuiteros que comentan el programa.

El joven tenía una cita con Patricia pero acabó un poco mal. Tanto que la comensal acabó a punto de abandonar el programa. “Si no hablo yo estamos callados”, afirmó el joven. “me ha tocado un coco encima”, afirmó el joven, que presumía de ser modelo. 

Las críticas tras este desafortunado no se hicieron esperar. “No sabemos quién o qué se cree que es este tío”, llegaban a afirmar varios usuarios de Twitter, una red social en la que es bastante común comentar el programa con otros seguidores de este mismo formato y en la que se suelen generar grandes temas de conversación. Alberto fue durante la emisión de su programa uno de los más odiados del público. Especialmente del femenino por como trató a su cita.

First Dates llegó a Cuatro en un momento de absoluta debilidad de la cadena. Por aquel entonces la que ya era la segunda cadena de Mediaset tenía que crear una nueva programación más destinada al público joven (incluso consiguieron “ganar” Mujeres y Hombres y Viceversa) y de esa necesidad nació First Dates. Fue un programa que, como muchos otros, empezó poco a poco y sin triunfar. De hecho los malos datos de audiencia que obtenía al principio hicieron que incluso se planteara su cierre.

Pero no sólo triunfó. Incluso sorprendió tanto que acabó convirtiéndose en un buque insignia y ahora se hacen hasta programas especiales que se emiten en noches señaladas. Y, además, ha conseguido algo harto difícil en los programas de televisión de hoy en día: tener una legión de seguidores que están al otro lado de las redes sociales y que todos los días comentan lo que pasa en este espacio de televisión. Tanto que incluso algunos días sus “hastag” se cuelan entre lo más hablado del día en las redes sociales. Algo que, desde luego, está sólo a la altura de unos pocos.

Durante la pandemia, eso sí, muchos seguidores de este formato tuvieron que conformarse con episodios grabados. Y es que no había posibilidad de grabar nuevos. El confinamiento sirvió, eso sí, para que muchos recordaran lo sucedido en ediciones anteriores del concurso. No hay mal que por bien no venga y menos en la pequeña pantalla con programas tan comentados en redes sociales y con tanto público seguidor como este. Habrá que ver si la audiencia sigue apostando por este formato en un futuro y puede seguir en antena.