Los periodistas, y especialmente los presentadores de televisión, ya no viven sólo de su trabajo. Más bien al contrario. Las redes sociales han supuesto un giro totalmente radical. Y no sólo como manera de comunicarse con el público. También como forma de hacer negocio. Hace unos días una promoción de Ana Rosa Quitana en redes sociales de la carne de vacuno dividía a sus seguidores. Si bien es cierto que casi todos destacaban que la publicación era una promoción pagada (algo habitual que hacen todo tipo de presentadores y de personas influyentes en redes sociales mencionando la marca y hablando de sus virtudes), la mayor parte alababan la iniciativa que al final sólo pretendía (al menos eso parece) dar el apoyo a los productores de carne españoles que estos días lo están pasando tan mal.

Lo cierto es que pocas presentadoras pueden decir que un vídeo suyo ha sido reproducido casi 90.000 veces como este de Ana Rosa Quintana y eso es algo que las marcas valoran y por lo que están dispuestas a pagar.

Pero los seguidores no sólo hablan de lo que cuenta la presentadora. Muchos han aprovechado los comentarios en esta y en otras publicaciones para alabar la profesionalidad de Quintana a la hora de tratar ciertos temas. “Vaya profesional que eres”, le decía una usuaria de Instagram en esa misma publicación.

Aunque, eso sí, no todo el mundo está de acuerdo. Si bien es cierto que en no pocas ocasiones los famosos (especialmente del mundo de la televisión) se ven sometidos a presiones de personas que acusan o atacan con nombres falsos y sin ni tan siquiera una foto de perfil. Se trata de personas que lo único que buscarían es hacer daño aprovechándose del anonimato que conceden las redes sociales. Personas que en no pocas ocasiones hacen que los famosos decidan abandonar la red o simplemente ignorarla hasta que tienen que “colocar” un mensaje publicitario por el que han cobrado.