En 'First Dates' hay solteros que no tienen problema en explicar sus defectos. Bea acudió al programa presentador por Carlos Sobera con la intención de encontrar el amor, pero mostrándose tal y como es en realidad sin ocultar aquello en lo que flaquea.

La joven cenó en el restaurante de Cuatro con Iván, con el que habló abiertamente de muchos temas. Uno de los que salió a relucir durante la velada fueron celos, en los que el chico mostró sus sensaciones: "Si veo que estás con alguien y parece que hay un poco de tonteo pues el mosqueo sí me lo cojo".

Lo que probablemente no se imaginaba era la respuesta que le daría la soltera, que no dudó en definirse como una persona complicada a la hora de estar en pareja: "Soy muy celosa, a veces demasiado, intento controlarlo. A veces son unos celos enfermizos, me pongo muy tóxica". "Busco una persona que me sepa llevar porque a mí es muy difícil saber llevarme. Soy muy celosa y bastante insoportable. Soy muy bipolar, o estoy muy bien o estoy muy mal”, dijo con total honestidad.

Quizás sus palabras pasaron factura en la cita. Cuando llegó el momento de decidir si querían tener una nueva cita juntos, Bea no tuvo dudas a la hora de expresar que quería seguir conociendo al chico. Iván, por su parte, rechazó volver a tener un encuentro y alegó que eran muy opuestos: "En personalidad chocamos en muchas cosas y podría ser un problema para la convivencia", sentenció antes de que cada uno se fuese por un lado.

First Dates llegó a Cuatro en un momento de absoluta debilidad de la cadena. Por aquel entonces la que ya era la segunda cadena de Mediaset tenía que crear una nueva programación más destinada al público joven (incluso consiguieron “ganar” Mujeres y Hombres y Viceversa) y de esa necesidad nació First Dates. Fue un programa que, como muchos otros, empezó poco a poco y sin triunfar. De hecho los malos datos de audiencia que obtenía al principio hicieron que incluso se planteara su cierre.

Pero no sólo triunfó. Incluso sorprendió tanto que acabó convirtiéndose en un buque insignia y ahora se hacen hasta programas especiales que se emiten en noches señaladas. Y, además, ha conseguido algo harto difícil en los programas de televisión de hoy en día: tener una legión de seguidores que están al otro lado de las redes sociales y que todos los días comentan lo que pasa en este espacio de televisión. Tanto que incluso algunos días sus “hastag” se cuelan entre lo más hablado del día en las redes sociales. Algo que, desde luego, está sólo a la altura de unos pocos.

Durante la pandemia, eso sí, muchos seguidores de este formato tuvieron que conformarse con episodios grabados. Y es que no había posibilidad de grabar nuevos. El confinamiento sirvió, eso sí, para que muchos recordaran lo sucedido en ediciones anteriores del concurso. No hay mal que por bien no venga y menos en la pequeña pantalla con programas tan comentados en redes sociales y con tanto público seguidor como este. Habrá que ver si la audiencia sigue apostando por este formato en un futuro y puede seguir en antena.