Parece que fue ayer. Pero no. Hace 21 años, en el año 2000, Telecinco daba un cambio radical al modo en el que vemos la televisión actualmente estrenando Gran Hermano. La primera edición. La que según muchos fue la única "original" que se llevó a cabo porque en las siguientes todos los que accedían a la casa ya más o menos sabían o intuían lo que estaba pasando fuera.

Aquella edición la ganó Ismael Beiro pero si hubo un personaje que generó polémica fue, sin duda, el de Ania Iglesias, que fue la que dividió a la audiencia en dos entre quienes la querían y quienes la detestaban. A día de hoy Ania tiene un negocio de relaciones públicas, ha cumplido 50 años y están en el mejor momento de su carrera según ella misma reconoce en redes sociales.

Lo que todo el mundo tiene claro, eso sí, es que hay un clamor entre los espectadores para pedir que vuelva la edición de personas anónimas de Gran Hermano. Aquella en la que se metía a más de una docena de personas que no eran conocidas para el gran público y se observaba su convivencia. Y eso parece que hasta hace poco entraba en los planes de Telecinco. Sin embargo la fuerte dependencia de Mediaset en general (teniendo en cuenta también a Cuatro) de este tipo de programas hace que Telecinco no se quiera arriesgar y prefiera siempre estrenar versiones de famosos de estos programas porque son las que tienen más o menos garantizada tanto la audiencia como que van a dar que hablar en otros espacios de la cadena como el programa de Ana Rosa o Sálvame, que son también importantes.

Mercedes Milá ha sido la presentadora por excelencia de Gran Hermano. Antes y después de ella han sido muchos los periodistas y profesionales de la comunicación que rechazaron conducir el programa. ¿Por qué? Los motivos son varios.

Carlos Sobera, presentador de varios formatos de Telecinco -actualmente presenta El precio justo, el debate de Supervivientes y First Dates en Cuatro- hizo saltar la liebre sobre el tema de los presentadores de Gran Hermano. En una entrevista para la revista Diez Minutos dijo que le propusieron presentar la tercera edición pero la rechazó porque estaba con ¿Quién quiere ser millonario? y tenía en mente recuperar su carrera como actor. Dijo que no y esa edición quedó en manos de Pepe Navarro hasta que regresó Mercedes Milá. Pero hay más presentadores que se negaron a conducir el reality.

En el libro 'Gran Hermano, y ahora... ¿qué?' se menciona a Antxón Urrusolo, Carlos G. Hirchsfield, Ramón Pellicer Juanjo de la Iglesia. Pero también está Jesús Vázquez, Inés Ballester, Paco Lobatón o Julia Otero.

La periodista Julia Otero reconoce que la propuesta le llegó en horas bajas porque estaba en paro, pero su trabajo durante años le permitió decir que no.