Muchas estrellas del rock suelen estar abonadas a la polémica. Para algunos de ellos, es casi como parte de la promoción de sus trabajos. Y no podía ser menos para el nuevo ídolo musical de Europa (eurovisivamente hablando): Damiano David, el líder de Maneskin, el grupo italiano que este sábado se coronó como vencedor en el veterano certamen musical con su refrescante descaro y su trabajada estética glam que se metió en el bolsillo al público europeo.

El joven romano, de 22 años, fue la comidilla de la noche no solo por su arrolladora actuación en el Ahoy Arena de Rotterdam (con beso incluido a uno de sus compañeros de banda), sino sobre todo por el vídeo que se difundió como la pólvora en las redes sociales en el que muchos le quisieron ver esnifando cocaína. El grupo italiano se apresuró a desmentir los comentarios, asegurando que están en contra del consumo de cualquier tipo de sustancias estupefacientes, pero ante las dudas han preferido que su vocalista se someta a un test antidrogas para atajar cualquier sospecha.

Mito erótico del rock

La polémica no ha hecho más que avivar el interés por el pasado de este polifacético cantante, en el que muchos ven al nuevo mito erótico del rock. Sexi, andrógino y con cierto aire macarra, Damiano David se atreve con cualquier 'look', como demuestra en su perfil de Instagram, donde luce desde jerseis con rejilla y camisas de aires románticos hasta conjuntos de estampado de leopardo y falda escocesa. No falta nunca la sombra de ojos, y el cigarrillo en la boca en otro de los clásicos en sus posados.

Sus pinitos en la música se remontan a su época adolescente, cuando tocaba en las calles de Roma con sus colegas de Maneskin allá por el 2016, poco después de que naciera el grupo que crearon los amigos del instituto Victoria De Angelis (bajista) y Thomas Raggi (guitarrista) y a los que se unirían después Damiano David y Ethan Torchio (batería). Lo cierto es que, repasando alguno de sus vídeos, en aquella época la estética de los cuatro integrantes de la banda era mucho menos 'cool' y rompedora que la actual, aunque ellos se mantienen fieles a sus orígenes, afirmando incluso que volverán a las calles, donde han estado actuando hasta hace poco, concretamente en la céntrica Vía del Corso de la capital italiana. “Es el punto de partida de nuestro viaje”, han señalado en una entrevista reciente con el diario 'La Repubblica'.

Su fama fue subiendo como la espuma en el país transalpino desde que quedaron segundos en el concurso 'Factor X Italia', en el 2017, y se fueron prodigando en televisión interviniendo como invitados en 'shows' como 'Saturday Night Live' y 'Che tempo che fa'. Su paso por el popular 'talent' les allanó el camino para lanzar el LP 'Chosen', con el que consiguieron un doble disco de platino. Después publicarían los discos 'Il ballo della vita' y 'Teatro d'ira' (el primero, con el estreno en los cines de un docufilme sobre su grabación incluido), en el que predominaban las canciones en italiano con alguna que otra en inglés. Su victoria en el prestigioso Festival de San Remo les dio el billete a Eurovisión, donde arrasaron en el voto del público con la potencia de su 'Zitti e buoni' (una especie de 'Calladito estás más guapo'), compensando así la valoración de los jurados profesionales, que les habían colocado cuartos.

Relación de cuatro años

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En el apartado personal, a Damiano le han relacionado sentimentalmente con su compañera de Maneskin, Victoria De Angelis, que curiosamente había sido la que había dado la idea para bautizar el grupo con un nombre procedente del danés, su lengua materna. Sin embargo, el cantante ha confirmado recientemente su noviazgo con la modelo e 'influencer' de 25 años Giorgia Soleri, con la que lleva saliendo desde hace cuatro años. Se habla, incluso de matrimonio.

"¡El rock and roll nunca muere!" gritó eufórico Damiano el sábado cuando volvió a subirse al escenario para recoger la estatuilla que les coronaba como reyes de Eurovisión. Y la culpa de esa longevidad es que siguen apareciendo grupos como Maneskin, dispuestos a que el rock siga sonando incluso en festivales donde no suele prodigarse.