Carlos Sobera abandona uno de sus programas más importantes. Así lo ha reconocido ya el presentador y también lo ha anunciado Mediaset, el grupo para el que trabaja habitualmente. La decisión del presentador ha sorprendido y apenado a sus seguidores.

El programa en cuestión no es otro que "First dates". El presentador vasco ha decidido no presentar la versión crucero del popular concurso de citas, porque es incompatible con uno de los últimos grandes proyectos en los que se ha embarcado.

El programa en cuestión es "Secret story". Se trata del último gran celebrity de Mediaset, que es copresentado por Sobera. En él se juntan diversos famosos que ocultan algún aspecto de su vida. Su misión, además de convivir, es tratar de que nadie se lo desvele.

Por este motivo, Sobera ha tenido que abandonar "First dates". Eso sí, en su versión crucero. Y es que la obligación de trasladarse al barco del programa imposibilitaba a Sobera seguir con ambas producciones.

El también popular presentador Jesús Vázquez será su sustituto. Por el momento sólo de la versión crucero. Si bien, no sería descabellado pensar que pudiese darle el relevo, aunque Sobera es, sin lugar a dudas, uno de los rostros más populares y carismáticos de la televisión.

Carlos Sobera ganó gran fama a comienzos del presente siglo, cuando estuvo al frente del popular concurso "50x15". Su naturalidad con los concursantes, sus pausas en los momentos de tensión y su casi icónico movimiento de ceja le convirtieron en uno de los presentadores más populares del momento.

Tras unos años en diferentes proyectos, en los últimos años ha vuelto a ganar gran popularidad. Fue, sobre todo, gracias al éxito de "First dates", donde sus comentarios con humor e ironía le han vuelto a abrir las puertas del público a sus casas. Tanto, que Mediaset decidió volver a contar con él para sus grandes proyectos, entre los que están grandes título como "Supervivientes" o "Secret story".

"Secret story" es un "reality" que funciona de la siguiente manera: los concursantes son confinados en una casa llamada "La casa de los secretos" sin el más mínimo contacto con el mundo exterior. Cada uno tiene que guardar un secreto mientras trata de descubrir los del resto de participantes. Por supuesto, la vivienda está plagada de cámaras para que la audiencia pueda seguir al más mínimo detalle el desarrollo del programa.

En su versión original, "secret story" escondía precisamente eso, secretos: habitaciones ocultas de lo más variopintas. Desde una "cámara de la verdad" a la que se accedía desde un botón secreto hasta la "cueva del amor", con acceso desde la piscina, pasando por una "casa de los intrusos".