El pasado lunes, en torno a las 14.00 horas, conocíamos la noticia. Verónica Forqué acababa de ser hallada sin vida en su domicilio de Madrid, a donde minutos antes se habían desplazado los servicios de emergencia del 112 después de la llamada de una amiga de la actriz alertando de un intento de suicidio. Desgraciadamente el SUMMA no pudo hacer más que certificar la muerte de la concursante de 'Masterchef Celebrity'.

Aunque desde un primer momento la investigación policial apuntó a un suicidio, los restos mortales de la artista eran trasladados poco después al Instituto Anatómico Forense para realizarle la autopsia y determinar las circunstancias concretas del trágico fallecimiento.

La autopsia practicada al cadáver de la inolvidable Kika ha confirmado que se quitó la vida en su casa y que el cuerpo presentaba una lesión traumática en el cuello, de acuerdo al estudio forense, que certifica que la causa de la muerte se debe a una "asfixia mecánica" por ahorcadura, no habiéndose encontrado ningún otro hematoma ni tampoco ningún indicio que apunte a la ingesta en las horas previas al fallecimiento de ninguna pastilla o sustancia.

La actriz fallecía a los 66 años dejando a sus familiares y amigos tremendamente sorprendidos y hundidos, pero este programa ha podido saber que los últimos movimientos de la actriz eran llamativamente sospechosos. Al parecer, Verónica llevaba semanas desprendiéndose de sus objetos personales y cotidianos: "Comenzó a regalar entre sus vecinos sus cosas personales como un robot de cocina o una plancha eléctrica", según ha confirmado desde Socialité.

Son los propios vecinos de la actriz los que aseguran que paseaba ocultándose, acompañada únicamente de su perro y que apenas se veía con nadie: "Además de regalar sus cosas apenas bajaba a la calle, y si salía lo hacía escondida bajo un gran gorro y unas grandes gafas de sol".