"No quería ver que su hijo era así, pero tu hijo es así. Y probablemente gran parte de que tu hijo sea así sea culpa tuya, porque no has estado conmigo todo el tiempo que deberías de haber estado. No le echo las culpas pero ella también tiene su parte de culpa. Es la labor de un padre saber por dónde va su hijo. Quizás, si hubiese estado más atenta yo no hubiese caído", confesaba Kiko Rivera a Jesús Calleja durante su aventura en Nepal, "responsabilizando" a su madre, Isabel Pantoja, de su adicción a las drogas, de la que afortunadamente asegura que está completamente recuperado.

Unas declaraciones que sitúan de nuevo en el punto de mira a la tonadillera, cuya reacción a este nuevo desaire de Kiko por fin conocemos.

Según ha desvelado Marisa Martín Blázquez en 'El programa de Ana Rosa', Isabel Pantoja vio el programa porque es "muy fan" de Jesús Calleja y se quedó "absolutamente escandalizada" cuando Kiko la culpó de sus adicciones. "Para ella su hijo se ha acabado por completo", ha añadido la colaboradora, confirmando que esta inesperada confesión de su hijo ha dado al traste con cualquier posibilidad de acercamiento que todavía hubiese entre ambos.

Y es que como ha contado Antonio Rossi, la artista no piensa reconciliarse con su 'niño del alma'. Desde la muerte de su madre, Ana Martín, Isabel está "depresiva" y "al lado de su hermano Agustín Pantoja, que ahora tiene más poder". "No permiten que le hablen sobre Kiko ni que le aconsejen sobre él ni sobre lo que tiene que hacer para acercar posturas con su hijo", ha explicado, cerrando así la puerta a una hipotética reconciliación con el Dj, que ahora parece más lejana que nunca.

La tonadillera se enteró de esta situación hace unos cuatro años, cuando Irene Rosales y los amigos más cercanos de Kiko no podían seguir afrontando esa situación: "Era un sufrimiento para ellos. Mi mujer decidió llamar a mi madre y contárselo". "Todo esto pasó después de un ciego enorme. Cuando yo hablé con mi madre, estaba en plena resaca después de haberme puesto hasta las cejas", recordó. 

En esa primera llamada le costó hablar porque tenía "un sentimiento muy feo de culpa y malestar". "Nos hablamos como pudimos, más que nada había llanto", explicó el exconcursante de 'GH Dúo', que también habló del motivo por el que no quiso ingresar en un centro de desintoxicación: "Hubiese sido lo correcto, pero tenía miedo de que la gente se enterase de cómo era realmente". 

Después de ese momento, Kiko pasó una semana con su madre en una de sus casas: "Después no me volvió a preguntar nunca más cómo me encontraba, cómo me sentía o si lo había vuelto a hacer". "Ella no quería ver la enfermedad que tenía su hijo. No se lo creía, decía que su hijo no era así. Yo le decía que sí, y que posiblemente gran parte de que sea así la tiene ella, porque no ha estado conmigo todo el tiempo que debería haber estado", aseguró.

El invitado de Calleja quiso matizar que no le estaba "echando la culpa", aunque acto seguido apuntó que sí tenía "parte de culpa". "También es la labor de un padre saber por dónde va su hijo, sobre todo si tienes mundo y conoces un poco la situación. Quizás, si hubiese estado más atenta, yo no hubiese tenido cientos de recaídas", confesó Kiko en el espacio de