Centrado en su carrera musical e intentando mantenerse alejado de la polémica en la que se ha visto envuelto en los últimos tiempos, Kiko Rivera acaba de sufrir un contratiempo de salud que ha paralizado, temporalmente, la grabación de su nuevo videoclip. Un nuevo ataque agudo de gota que le obligará a usar una muleta durante unos días para poder desplazarse, ya que es tal el dolor en el pie que no puede ni apoyarlo.

Un episodio que parece más serio y doloroso que el último que padeció el hijo de Isabel Pantoja, en Navidad, cuando estuvo varios días sin salir de su casa por esta enfermedad que ya le obligó a abandonar 'Supervivientes' en el año 2011. Sin embargo, Kiko se lo toma con humor y, pese a las intensas molestias que le produce la gota ha bromeado sobre el asunto en Instagram, desvelando que una muleta será su "amiga" en los próximos días por el ataque agudo que acaba de sufrir y que le ha obligado a bajar el ritmo durante unos días.

Además, y agradeciéndole su apoyo en estos complicados momentos, el DJ ha declarado su amor por Irene Rosales públicamente una vez más. "Sin duda una de las mejores cosas que me paso en la vida fue conocerte", ha confesado Kiko con una imagen de ambos de la mano por la calle. "Te amo por encima de todo", respondía Irene, demostrando que están atravesando por uno de los momentos más dulces de su relación.

Alejado de la tele, el DJ centra ahora su vida mediática a las redes sociales, especialmente a Twitch, donde se sincera a menudo antes sus seguidores. Recientemente habló sobre las dos veces en las que se arruinó, desvelando también la desorbitada cantidad que llegó a gastarse en la segunda ocasión. Kiko explicó que fue por ello que no tuvo dinero "cuando hizo falta", es decir, cuando su madre requería dinero para no ingresar en prisión. 

"He despilfarrado, sí. Me faltó dinero cuando hacía falta. No lo tenía porque lo había gastado (...) A mí la tele no me gusta pero me dan un dinero que a veces resulta casi imposible de rechazar", explicó. Después, añadía que ahora está más enfocado en el mundo de las redes sociales y que se había puesto en contacto con una empresa para aprender más sobre ello. 

Kiko ahora es un hombre nuevo. Y lo es, dice él, en parte por su mujer, Irene Rosales. "Mi mujer me enseñó a que con menos es más. Al final tampoco quiero que mis hijas vean a un deshecho humano, que es lo que era yo", confesó en el directo.