Decir que Jorge Javier Vázquez es uno de los presentadores más queridos y codiciados de nuestro país es, quizá, quedarse corto. Parece que nada de lo que haga este conductor de, entre otros formatos, Sálvame, va a pasar desapercibido. Vázquez, que llegó muy joven a Madrid y empezó a trabajar ya en revistas del corazón tal y como cuenta en su libro "La vida iba en serio", está estos días triunfando por toda España con su nuevo espectáculo de teatro. Y es que tanto las tablas como la literatura son dos de sus pasiones a las que ahora puede dedicarle tiempo. El poco que tiene libre entre un programa y otro. Y es que no podemos olvidar que Vázquez está permanentemente en la pequeña pantalla.

Después de haberse hecho famoso en decenas de programas Vázquez dio el salto definitivo en las tardes de Telecinco. Primero como conductor de Aquí hay tomate y luego ya como presentador de Sálvame, el formato que cambió la forma en la que se ve el cotilleo en la pequeña pantalla. Y es que después de conducir la versión diaria y el Deluxe (la primera de ellas en colaboración con su compañera Paz Padilla), el catalán empezó a impulsar nuevos proyectos en la cadena que tuvieron mucho éxito. Desde Supervivientes a Gran Hermano Vip. Nada se le resistía.

Por eso no es extraño que esté en boca de todos y que cada vez que le pasa algo toda España se pregunte dónde está. El caso es que hace unos días el propio Vázquez se veía obligado a suspender una de sus sesiones en el teatro. Un medio de comunicación aseguraba que había sufrido una indisposición antes de entrar a escena y que había tenido que abandonar el teatro con el público ya sentado. Pero ha vuelto. Y lo ha hecho por todo lo alto. Jorge Javier Vázquez volvió a actuar y colgó un enigmático mensaje en redes sociales.

"La vida es un regalo por eso se llama presente, vive", aseguraba en una storie de Instagram compartida de alguien que se sentaba entre el público. Y eso que J. J. no es muy dado a las redes sociales. A pesar de su fama y popularidad apenas las utiliza. Seguro que en buena medida es para evitar los haters que colapsan muchas veces estos lugares.