Hay programas en los que es difícil trabajar. Y más si estás persiguiendo famosos. Socialité ha conseguido convertirse a lo largo de los últimos meses en un clásico de Telecinco. Poco a poco y sin hacer demasiado ruido el programa ha ido ganando importantes cuotas de audiencia. Después de que se estrenara Viva la Vida en las tardes del fin de semana la principal cadena de Mediaset parecía tener claro que no podía tener ninguna franja horaria ni de lunes a viernes ni los fines de semana sin noticias del corazón. Es por eso que los espectadores vieron como nacía Socialité, el programa de María Patiño que iba a cubrir el momento previo al informativo de fin de semana y que era el que en buena medida iba a conseguir que se fidelizara el tipo de espectador que más le interesa a Mediaset.

Por otra parte la estrategia de Telecinco parecía clara: intentar ganar también en audiencia con los informativos de fin de semana, no en vano en Antena 3 los sábados y domingos cuentan con una figura tan importante como Matías Prats.

Hoy la noticia estaba en Sevilla. A las puertas de la casa de Kiko Rivera. Una reportera esperaba allí para ver si podía haber reacciones a la supuesta nueva infidelidad del hijo de Isabel Pantoja. Y de pronto apareció Irene, la mujer de Kiko. La reportera no lo dudó y saliendo corriendo tras el coche ante los gritos de María Patiño. “Vas a morir, a donde vas”.

Pero ni tan siquiera la presentadora ha estado exenta de polémicas. María Patiño ha faltado varias veces a su trabajo alegando que toda la semana tenía que estar presente en el diario de Sálvame y el fin de semana en el Deluxe y que eso era demasiada carga de trabajo. Su ausencia la cubre Nuria Marín, otra presentadora muy valorada por la audiencia. Pero no como Patiño, que se ha convertido en todo un referente en el mundo del corazón debido entre otras cosas a sus años de trayectoria que empezaron hace más de una década en Donde Estás Corazón de Antena 3, de donde dio el salto posteriormente a Mediaset.