Al margen del tenso enfrentamiento que protagonizaron hace unos días en televisión su mujer, Ana María Aldón, y su hermana Conchi, José Ortega Cano intenta continuar con su día a día, volcado en su familia e intentando poner al mal tiempo buena cara.

Centrado en la recuperación de su hijo José Fernando, que en los próximos meses podría recibir el alta definitiva del centro psiquiátrico San Juan de Dios de Ciempozuelos en el que está ingresado desde hace más de cuatro años, el torero acompañó al joven a una revisión médica en un conocido hospital de las afueras de la capital.

Tras varias horas en el interior, Ortega Cano y su hijo abandonaban el centro presumiendo de su buena relación y explicado que ambos se encuentran "estupendamente" de salud y se trataba tan solo de unas pruebas rutinarias de José Fernando que, muy serio, evitó pronunciarse sobre las últimas polémicas que han rodeado a su familia.

Quien sí ha hablado ha sido el torero que, demostrando la templanza que le ha caracterizado siempre, ha zanjado la tensa discusión que mantuvieron en directo Ana María y su hermana Conchi, confirmando con intercambio de reproches incluido que no se soportan y que no mantienen ningún tipo de relación desde hace cuatro años.

Así, evitando entrar en las declaraciones de su mujer asegurando que "estorba" a parte de los Ortega Cano, José ha asegurado que las cosas siempre han estado bien con la gaditana y las aguas no tenían que volver a su cauce porque nunca se han desviado del mismo: "Nunca ha estado al contrario. Estamos tranquilos pero nunca hemos estado intranquilos", ha apuntado.

Confesando con un escueto "qué va" que no está preocupado por lo que se ha dicho en los últimos días sobre su matrimonio y sobre la relación que Ana María mantiene con parte de su familia - principalmente con Conchi Ortega Cano - el maestro ha zanjado el asunto dejando claro que las cosas con su hermana están "muy bien, estupendas". El momento, en el siguiente vídeo.