Encantada con la lipoescultura a la que se sometió hace un mes y medio, y cuyos resultados ya se empiezan a apreciar a pesar de que no será hasta dentro de 6 meses como mínimo cuando pueda presumir de su nueva figura, Rocío Flores se ha sincerado con sus seguidores y, con la claridad que la caracteriza, ha desvelado todos los detalles de la intervención estética más demandada del momento.

Con 4 kilos perdidos hasta el momento - apreciables en su figura, cada vez más delgada - la hija de Rocío Carrasco ha reconocido que, aunque el postoperatorio ha sido muy doloroso y tuvo tantas molestias durante los diez días posteriores a la liposucción que apenas podía levantarse de la cama, la repetiría sin duda porque el resultado merece la pena.

Las razones de Rocío Flores para no hablar nunca de Rocío Carrasco

Las razones de Rocío Flores para no hablar nunca de Rocío Carrasco Europa Press

Todavía con unas fajas compresoras y una tabla de corcho para fijar el músculo a la piel, la influencer no ha dudado en revelar cómo ha hecho para ir al baño en el último mes y medio, explicando que la malla, que es como de neopreno, tiene un agujero que le facilitaba el miccionar, algo que se ha acostumbrado a hacer de pie.

Algo que ha aprendido a hacer sin dificultad, al igual que viajar en tren medio tumbada o a comer semi recostada cuando va a un restaurante. Y qué mejor ejemplo que mostraros unas imágenes de Rocío disfrutando de un almuerzo en un conocido local de la capital con su amigo y compañero de trabajo - ya que es quien le hace las fotografías para sus redes - Javier Terrón.

Muy pendiente de su teléfono móvil y compartiendo confidencias con el chico con el que fue relacionada durante su reciente crisis con Manuel Bedmar - que también está feliz con la liposucción a la que se ha sometido su chica - Rocío demostró que controla completamente la compostura y la rigidez de la tabla que lleva - ya que su postura es la que tendríamos cualquiera de nosotros - y que la verdad no se le nota lo más mínimo.

Posteriormente, y decidida a presumir de una vez por todas con sus seguidores de su nueva y espectacular figura, la influencer protagonizó una improvisada sesión de fotos en plena calle, posando como si de una verdadera top model se tratara sin importarle las miradas de los transeuntes. Con mini falda para mostrar sus delgadas piernas, y una camiseta de algodón, Rocío mostró su mejor cara ante la cámara, feliz por los resultados que ya empieza a ver de su lipoescultura.