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Cuando los cuchillos se convierten en corazones

Hace cuatro meses, muchos tacharon de tongo la victoria de Chanel en el Benidorm Fest e incluso su triunfo llegó al Congreso; ahora, tras su tercer puesto en el festival eurovisivo, esos mismos callan o se han subido al carro de los elogios

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La actuación de Chanel en Eurovisión 2022 Agencias

La sintonía de “SloMo” junto a miles de fotos de Chanel empapelaron las redes sociales de usuarios de media España durante toda la jornada de ayer. “Se vino Chanelazo”, “Bravo Chanel” o “la ganadora moral” eran algunos de los vítores que el público dedicaba a Chanel Terrero al término de la gran final eurovisiva y haberse colocado con 459 puntos, en tercera posición, a tan solo 7 puntos del tiktoker británico Sam Ryder (466 puntos) y unos cuantos más de la vencedora Ucrania (con 631 puntos).

Pero si echamos la vista cuatro meses atrás, el panorama en torno a Chanel Terrero era bien distinto. La victoria de la hispano-cubana en el Benidorm Fest provocó una auténtica batalla ético-política sin precedentes que acabó en debate en el Congreso de los Diputados, al cuestionarse la veracidad del resultado del concurso. Miles de seguidores del certamen y que consideraban a otras candidaturas más dignas para la victoria (la agrupación gallega Tanxugueiras arrasó con el voto popular) tacharon de tongo el triunfo de Chanel, lanzando mensajes de odio y llegando incluso, a las amenazas directas a la artista.

¿No es la misma artista con la misma canción y prácticamente igual puesta en escena? ¿Qué ha cambiado?

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Anoche, las tornas cambiaron radicalmente. Muchos de los que entonces se mostraron críticos permanecen callados, y otros muchos se han subido al carro de las mieles del éxito. Los cuchillos lanzados hace cuatro meses se han convertido en elogios y en miles de “likes” en forma de corazón. ¿No es acaso, la misma artista con la misma canción y puesta en escena prácticamente igual?, ¿Dónde está el cambio?

Los millones de españoles que la noche del sábado no perdieron la cita con el eurofestival (una media de 6,8 millones de espectadores, ascendiendo a 7,9 durante las votaciones) pudieron disfrutar de una actuación técnicamente perfecta, con un dominio escénico por parte de Chanel y de su cuerpo de baile (Exo Narco, Josh Huerta, Pol Soto, Raquel Caurin y María Perez ), y una puesta en escena que era en esencia la misma que la presentada en el Benidorm Fest, con algunas novedades coreográficas, vocales e interpretativas que la engrandecían. Incluso, los clichés “Made in Spain” que giran en torno al mundo taurino, el flamenco y los abanicos, personalizaban el número y potencian el éxito de la actuación para el público europeo. Recordemos que en 2004, María Isabel cosechó muchos “twelve points” y el triunfo del Euro Junior con “Antes muerta que sencilla”, con una puesta en escena muy flamenca (abanicos incluidos).

Chanel revienta la Plaza Mayor de Madrid nada más volver de Turín

Chanel revienta la Plaza Mayor de Madrid nada más volver de Turín Agencia ATLAS / Foto: EP

La noche también estuvo marcada por un contexto un tanto especial: la guerra. El conflicto armado sobre Ucrania direccionó los resultados hacia la victoria de este país, que contó con un apoyo masivo en el jurado popular (al voto solidario hay que sumar el voto de aquellos ciudadanos ucranianos que por fuerza mayor se hayan fuera de sus casas y que se han volcado con su país).

Un hecho que, tirando de hemeroteca, podemos asimilarlo al vivido en 1993, cuando la guerra de los Balcanes azotaba Europa y Bosnia Herzegovina debutaba en el festival. En aquella ocasión, el estado balcánico no obtuvo muy buen resultado. Eran otros tiempos y solo existía el voto de un jurado profesional.

Ante el panorama bélico y la posibilidad de que Ucrania no pudiera celebrar el evento el próximo año, María Eizaguirre (directora de Comunicación y Participación de la Corporación RTVE) afirmó: “Estaríamos dispuestos a albergar el próximo festival”. La fantasía de muchos sería que España albergase el evento 54 años después de que lo hiciese Madrid tras la victoria de Massiel al año anterior. Sin embargo el mismísimo presidente ucraniano Zelenski manifestó su deseo de que la ciudad devastada de Mariupol sea la sede de Eurovisión 2023 como símbolo de la paz.

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