Un programa en directo de más de cuatro horas tiene todo tipo de momentos. Y sino que se lo digan a Emma García, la presentadora vasca de Telecinco que lleva años triunfando en la pequeña pantalla y que, como todo trabajador, también puede cometer sus fallos. Y uno lo cometió precisamente en directo este fin de semana durante la emisión de Viva la Vida en Telecinco, el canal principal de Mediaset.

Viva la Vida lleva ya años siendo el referente de la televisión el fin de semana. Ha sido un programa que poco a poco ha ido ganando tanto espacio como protagonismo. No en vano el formato de las tardes ha conseguido juntar una importante nomina de colaboradores que han generado polémicas y han permitido que se hable de ellos. Ha sido tal el éxito del formato que incluso durante el verano se ensayó el sustituto del Deluxe como Viva el Verano. De hecho hay muchos que apuntan que este es de los pocos formatos del corazón que siguen triunfando en la cadena de Mediaset a pesar de su fuerte competencia. Lo que no parece claro es que las películas de Antena 3 vayan a quitarle, al menos por ahora, el liderazgo de los fines de semana.

El caso es que durante la entrevista que García le estaba haciendo el pasado domingo a Marta Riesco en directo después de que la joven anunciara su ruptura sentimental con Antonio David Flores el día de su fiesta de cumpleaños se escucharon en plató las voces del director. Raúl Prieto, máximo responsable del espacio del cotilleo del fin de semana en Telecinco, pretendía que se cambiara de tema. No en vano en los programas de televisión todo está medido al minuto y si se estiraba demasiado el tema de Riesco había menos tiempo para otros temas. Emma García era ajena a todo porque no llevaba encima el típico pinganillo por el que los presentadores reciben las órdenes de dirección.

García supo solventar lo sucedido y pidió perdón incluso a su jefe. “Madre mía la bronca que me acaba de caer. Lo siento mucho”, remató.