Pasapalabra es uno de los concursos más exitosos de la televisión. Por no decir el que más. Cada día cientos de miles de personas se dan cita al otro lado de la pequeña pantalla para disfrutar de la experiencia y la sabiduría de quienes tratan de llevarse el gran bote de este formato de Antena 3 que durante años se emitió en Telecinco.

De hecho los datos respaldan, y mucho, al programa que ahora presenta Roberto Leal. Cada noche el formato consigue hacerse con el minuto de oro, el que más gente se reúne delante del televisor de las 24 horas que tiene el día. Más de cinco millones de personas han llegado a sentarse ante Antena 3 para ver algún rosco. Normalmente la cantidad de audiencia tiene mucho que ver con el concursante que lucha por llevarse el premio. Los hay muy mediáticos y que atraen a mucha gente.

Hace años uno de los que más triunfaba y que finamente se acabó llevando un premio de más de un millón de euros era Fran González, un vecino de Colloto (Oviedo) licenciado en Biología que soñaba con montar su propio laboratorio y ayudar a sus padres, algo que parece haber conseguido. Ahora mismo es Orestes el joven que triunfa en el programa de Roberto Leal. Pero tiene muchos y muy duros competidores.

Ahora, de hecho, ha llegado un asturiano que puede ponerle las cosas difíciles. Se trata de Pelayo, un ovetense técnico en Recursos Humanos y padre de dos hijos pequeños que tratará de llevarse a casa el bote. Sería el segundo que “cae” de alguna manera en la capital asturiana. Desde luego que va haciendo méritos para ello. Ya en el primer programa parece que conectó mucho con el público así que esperamos que en el futuro nos traiga nuevas alegrías.

Lo cierto es que no solo de botes vive el hombre. De hecho hay muchos concursantes como Marisa, que se acaba de ir del plató hace unos días ante la entrada de Pelayo, consiguió llevarse a casa solo de los programas que iba superando día a día más de 5.000 euros que sin duda le van a venir muy bien. Hay que tener en cuenta que para muchos concursantes estar en Pasapalabra supone un esfuerzo porque las grabaciones (que se hacen varias de seguido) suponen varios días de ausencia de su puesto de trabajo.

En este caso en el programa del viernes el ovetense Pelayo se quedó a poco de conseguir ganar a Orestes pero finalmente tendrá que jugarse su futuro en el programa en la denominada "silla azul" en la que se sentará el próximo lunes buscando una nueva oportunidad.