Hace apenas unos días que Don Juan Carlos I pisaba suelo español tras varios años viviendo en Abu Dabi. Recientemente pudo disfrutar de la visita de su familia, en la que no pudo faltar la infanta Cristina y su hijo, Pablo Urdangarín. Lo que no se imaginaba el nieto del rey emérito es que pudiera verle jugando al balonmano.

El hijo de Iñaki Urdangarín continúa con la estela de su padre en el balonmano, tomándose cada vez más en serio su carrera como jugador en el equipo Barça B. Gracias al talento de los jugadores, el equipo se trasladaba este sábado 21 de mayo a Pontevedra para jugar contra el Club Cisne Colegio Los Sauces.

Al mismo tiempo, Don Juan Carlos I desembarcaba del 'Bribón' en Sanxenxo y ponía rumbo al Pabellón Municipal de Pontevedra, donde Pablo Urdangarín se preparaba en el vestuario para jugar el primer partido en el que su abuelo formaría parte de los espectadores. El rey emérito llegaba a con camisa de rayas y pantalones vaqueros, acompañado de su amigo Pedro Campos. Para no perderse ni un detalle del partido, Don Juan Carlos I escogía las gradas más cercanas a la pista.

El rey emérito se funde en un emotivo abrazo con su nieto Pablo Urdangarin

El rey emérito se funde en un emotivo abrazo con su nieto Pablo Urdangarin Vídeo: AGENCIA ATLAS Foto: GUSTAVO SANTOS

Tras terminar el partido, Don Juan Carlos I y Pablo Urdangarín se fundían en un abrazo, tras darse un beso en la mejilla. Nieto y abuelo vivían un momento muy íntimo, a pesar de estar rodeados del resto de espectadores del Pabellón Municipal de Pontevedra. Pablo Urdangarín sostenía la mano de su abuelo, que sonreía orgulloso por haber podido disfrutar del talento de su nieto a pesar de haber perdido el partido.

Pablo Urdangarín recibe, así, el apoyo de su abuelo, tras tantos meses sin poder disfrutar de él. Está claro que Don Juan Carlos I intenta recuperar el tiempo perdido, retomando la relación con sus nietos y dedicándoles más tiempo de calidad.

Socialité ha desvelado que es de las primeras cosas que hizo don Juan Carlos tras llegar a Galicia. Don Juan Carlos se dirigió a casa de su gran amigo Pedro Campos donde no tardaron en llegar multitud de amigos de ambos: “A las nueve organizaron en casa de Pedro Campos un ‘picoteo’ al que acudieron varios participantes de la regata y otros señores”, contaba la reportera Giovanna González al programa. Los planes del rey emérito ayer fueron embarcarse de nuevo para después descansar disfrutando de una barbacoa en casa de Campos.

Don Juan Carlos I, preparado para navegar

Un día más de entretenimiento y disfrute para Don Juan Carlos I en Sanxenxo. Esta mañana hemos podido ver a Don Juan Carlos I saliendo de la casa de su gran amigo Pedro Campos y ha seguido con la misma estrategia que estos días. Con la ventanilla bajada, saludando con la mano y sonriendo a todos los medios de comunicación que se agolpan en las inmediaciones, el monarca se mostraba radiante y cuando le preguntábamos si iba a navegar hoy... contestaba: "A eso voy, a eso voy".

Minutos más tarde, el coche conducido por Pedro Campos llegaba al Club Náutico y el rey emérito se bajaba y se apoyaba en uno de sus hombres de confianza. Al darse cuenta que no había saludado a los reporteros y fotógrafos allí presentes, se paraba en seco, giraba su cabeza, sonreía, saludaba con la mano y decía: "Buenos días".

Se trata del lado más simpático de Don Juan Carlos, que sin duda refleja el momento tan especial que está viviendo en estos momentos ahora que ha podido regresar a este país que tanto añoraba.