Carlos Lozano está viviendo un momento pletórico. Ha vuelto a la pantalla y lo ha hecho con una sección propia en 'Sálvame Diario' y lo cierto es que su presencia en el programa está dando mucho de qué hablar. El presentador, que ahora está alejado de polémicas, ha hablado para los micrófonos de Europa Press y nos ha desvelado cómo está su vida en estos momentos.

El presentador se deshace en halagos hablando de su hija y se muestra orgulloso por cómo está llevando su adolescencia: "Estoy muy orgulloso de mi hija, la adolescencia es muy suave, es muy madura para la edad que tiene, muy inteligente y ahora se va a Inglaterra a estudiar, estoy deseando, muy bien", eso sí, espera que no participe nunca en los medios de comunicación: "De los medios espero que se mantenga al margen o no, que sea normal, los medios son para los que les gusta los medios. Si a ella no le gustan que no entre en esta ruleta".

Aunque por el momento no está enamorado, Carlos no descarta en un futuro cercano encontrar de nuevo el amor como tantas veces le hemos visto: "Yo soy feliz siempre, desde que me levanto hasta que acuesto. El programa me ha dicho que me va a buscar una novia. Si lo hacen con respeto y educación yo me presto a conocer gent

También le hemos preguntado por su ausencia en la boda de Chenoa, sobre lo que Carlos se ha mostrado de lo más comprensivo: "si me hubiese invitado hubiera ido encantado, pero yo la entiendo, es que también muchas veces las bodas yo si me caso algún día a lo mejor no invito a nadie, directamente".

Pero hoy hablaremos de Luna, la hija que tiene con Mónica Hoyos. La joven, de 18 años, es una entusiasta e la política y ha confesado en varias ocasiones que le encantaría estudiar Ciencias Políticas. Pero tristemente, hace unos meses, l ahija de la separada pareja perdió a uno de los seres más importantes en su vida, su perrito "Zak". Ella escribió esto en Instagram: "Se que te has ido ya a un viaje un poco lejos, pero como te has olvidado de mi no puedo hacer más que agradecerte la vida en palabras patas. Quería decirte que no habría sido lo feliz que soy sino fuera por tus saltos cada vez que llegaba a casa, tus lametazos cuando estaba llorando y enfadada, esos ladridos de perro enorme aunque seas un mico pequeño y sobre todo las siestas leyendo libros que te encantaban. Habré dejado que te vayas a un lugar mejor pero siempre vas a tener un hueco conmigo allá donde vaya y guardaré tu mantita hasta la tumba. Te quiero mucho zak, vuela muy alto y descansa por mí".