Ayer tocó Pesadilla en el Paraíso en el prime time de Telecinco. El nuevo reality de Mediaset, a pesar de tener poca audiencia, dejó varios momentazos. Sin embargo, los momentos más tensos se vivieron en el plató conducido por Carlos Sobera.

En las primeras imágenes correspondientes a los concursantes llegando a lo que va a ser su nuevo hogar por los próximos dos meses se pudo ver a un Omar Sánchez muy abierto a conocer el amor. Esto no gustó nada a la que es su actual "pareja", Raquel Lozano. "Él es así. Todos creéis que es muy bueno, pero la verdad irá saliendo a la luz. A mí me ha utilizado", indicaba la televisiva.

Unas imágenes después, Raquel Lozano se echó a llorar desconsolada. Lo había provocado Nagore Robles al decirle que la actitud de Lozano estaba siendo de "despechada": "Me parece muy fuerte que otra mujer me diga esto", criticaba. Sin embargo, poco a poco, Lozano fue revelando la verdad: "Yo a Omar lo quiero mucho pero no ha olvidad a Anabel", aseguró.

Pero la bomba de la noche llegó de la mano del mismo Omar Sánchez. El ex de Anabel Pantoja fue pillado en el baño con Marina, otra de las concursantes. Las cámaras no pueden entrar dentro, pero se pudo escuchar: "No voy a hacer nada por detrás. Yo voy de frente, si quiero darte un beso te lo daré", insistió.

Y ayer, por fin, el concurso les dio una habitación para los dos solos. Todos empezaron a teorizar de qué sucedería en esa alcoba, pero de momento no hemos podido ver nada. Sus compañeros declararon, en especial Gloria Camila, que dijo: "Etá bien dar el paso y no tener que esconderse. Me alegro", zanjó.